Incidentes Violentos empañan partido de Copa Sudamericana
En un lamentable suceso que ha conmocionado al mundo del fútbol, más de 100 fanáticos fueron arrestados tras protagonizar actos de violencia durante el encuentro de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile. El enfrentamiento, que tuvo lugar en el estadio Libertadores de América en Avellaneda, Argentina, dejó al menos 20 heridos, uno de ellos en estado crítico.
Imágenes impactantes muestran a aficionados saltando o cayendo desde la parte superior de las gradas para escapar de la agresión. Otros, cubiertos de sangre, intentaban evadir a los agresores. La gravedad de la situación obligó a la cancelación del partido, que se disputaba el miércoles por la noche.
Condeno enérgicamente la impactante violencia que llevó a la cancelación del partido de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile. La violencia no tiene lugar en el fútbol. Los jugadores, los aficionados, el personal, los oficiales y todos los que disfrutan de nuestro hermoso juego deberían poder hacerlo sin temor.
Gianni Infantino, Presidente de la FIFA
CONMEBOL, el organismo rector del fútbol sudamericano, anunció una investigación sobre el incidente. Según informes policiales, la violencia comenzó cuando seguidores de Universidad de Chile, ubicados en la parte superior de las gradas, arrancaron asientos y destrozaron los baños del estadio, lanzando objetos contundentes hacia la sección inferior, donde se encontraban los aficionados locales. Tanto la policía como el personal de seguridad privada fueron atacados.
La policía, en lugar de intervenir, optó por advertir a los aficionados chilenos a través de los altavoces, argumentando que su intervención «prevendría un daño mayor». Ante la persistencia de los lanzamientos de proyectiles, el partido fue suspendido en el entretiempo con un marcador de 1-1.
Cuando los aficionados de la Universidad de Chile abandonaban las gradas, seguidores encapuchados de Independiente irrumpieron en la sección visitante, agrediendo a los presentes con palos y barras de metal. Dos de ellos, acorralados, saltaron o cayeron, según imágenes captadas por testigos.
Uno de los heridos, identificado como Gonzalo Alfaro, requirió cirugía y se encuentra en estado crítico. Otros dieciocho aficionados chilenos fueron hospitalizados, la mayoría con múltiples lesiones.
Nada justifica un linchamiento. Nada.
Gabriel Boric, Presidente de Chile
Las autoridades locales reportaron la detención de 125 aficionados del club chileno por agresión y resistencia a la autoridad. De ellos, 101 permanecen arrestados, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. El presidente Boric instruyó al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, a viajar a Buenos Aires y manifestó su compromiso de «proteger los derechos» de los chilenos afectados.
Este lamentable episodio se suma a una serie de incidentes violentos en competiciones de fútbol sudamericano. El pasado abril, Colo Colo de Chile fue sancionado con la resta de puntos y una multa económica tras la muerte de dos aficionados durante un partido de Copa Libertadores.
En las últimas semanas, también se han registrado enfrentamientos entre aficionados argentinos y la policía en estadios de Brasil y Uruguay.
