La dupla entre Mauricio Pochettino y Christian Pulisic se reencuentra en el campo de entrenamiento de la selección masculina de fútbol de Estados Unidos, preparándose para los amistosos de este mes contra Corea del Sur y Japón. La clave estará en la sintonía entre el entrenador y el jugador, esencial si Estados Unidos aspira a una destacada participación en la próxima Copa del Mundo.
Aunque no se trata de una enemistad declarada, sí ha existido cierta distancia. La exigencia es clara: ambos deben estar en la misma página.
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La situación entre ambos se tensó tras un incidente en la Concacaf Nations League y la posterior ausencia de Pulisic en la Copa Oro. Aunque el director deportivo de la USSF, Matt Crocker, justificó la ausencia de Pulisic por la necesidad de descanso, las críticas públicas no se hicieron esperar, incluso cuestionando el compromiso del jugador.
Pulisic, en una entrevista, reveló que se ofreció a jugar en amistosos previos a la Copa Oro, pero Pochettino lo rechazó. El técnico, por su parte, afirmó que él es quien decide quién juega y cuándo.
No soy un maniquí.
Mauricio Pochettino
Al anunciar la convocatoria para los amistosos, Pochettino admitió no haber hablado con Pulisic desde la Copa Oro, sugiriendo que el pasado está superado y que ahora hay que mirar hacia adelante. Sin embargo, la falta de comunicación podría ser un obstáculo.
El éxito en el Mundial no depende solo de Pulisic, pero su talento, creatividad y experiencia son cruciales. El jugador, en su mejor forma, suele impulsar al equipo. Pochettino y Pulisic se necesitan mutuamente para el éxito del equipo.
Parte del conflicto radica en el intento de Pochettino de establecer una nueva cultura, exigiendo compromiso total. La decisión de Pulisic de no participar en la Copa Oro, a pesar de ofrecerse para los amistosos, envió un mensaje diferente al que esperaba el entrenador.
El defensor Tim Ream admitió que la adaptación al enfoque de Pochettino ha llevado tiempo, y que aún no se ha realizado una reunión general para discutir las expectativas, aunque sí ha habido encuentros individuales. Ream enfatizó la importancia de la unidad y la responsabilidad compartida dentro del equipo.
Pochettino, con una amplia experiencia en clubes de élite, tiene claro su método. La adaptación a sus exigencias recae en Pulisic y en el resto del equipo.
La relación entre jugadores y entrenadores puede pasar por momentos difíciles, pero el objetivo común es claro: la clasificación a la siguiente fase del mundial.
