Irlanda sufrió una dura derrota ante Sudáfrica, actual campeona del mundo, en un encuentro marcado por la indisciplina y que terminó con un marcador de 24-13 a favor de los Springboks. Este resultado puso fin a una espera de 13 años para que los sudafricanos volvieran a ganar en Dublín.
El equipo de Andy Farrell se vio afectado por la tarjeta roja a James Ryan a los 20 minutos del primer tiempo, en una primera mitad caótica. Además, Sam Prendergast, Jack Crowley y Andrew Porter fueron enviados al banquillo de los castigados.
Las reiteradas infracciones de Irlanda se produjeron tras una aparente falta de sanción a Sacha Feinberg-Mngomezulu, apertura de los Springboks, por un golpe alto a Tommy O’Brien.
Con los locales jugando con 13 hombres, Dan Sheehan logró un try en respuesta a los marcados por Damian Willemse y Cobus Reinach. Un try penal dejó a los visitantes con una ventaja de 19-7 al descanso.
A pesar de estar en desventaja numérica, Irlanda superó a sus oponentes en la segunda mitad, gracias a dos penales de Prendergast, aunque Feinberg-Mngomezulu también anotó. Paddy McCarthy fue el cuarto irlandés en recibir una tarjeta amarilla.
Sudáfrica se tomó la revancha de las derrotas sufridas en el Aviva Stadium en 2014, 2017 y 2022.
A dos años de la próxima Copa del Mundo, Farrell, entrenador de Irlanda, afirmó que enfrentarse a la nación número uno del rugby sería una «prueba de fuego» para el estado actual de su equipo.
Los locales, con un inicio prometedor, se vieron superados en los primeros cuatro minutos, cuando Willemse logró un try en la esquina izquierda.
Feinberg-Mngomezulu falló la conversión y se salvó de ser sancionado tras provocar una pelea con una dura entrada a O’Brien.
Irlanda sufrió más frustración en la mitad del primer tiempo. Después de que Prendergast fallara un penal, James Lowe atrapó el rebote, lo que culminó con Tadhg Beirne anotando un try.
El árbitro Matthew Carley anuló el try tras la revisión y envió a Ryan al banquillo de los castigados por una acción ilegal, lo que provocó abucheos por la aparente inconsistencia.
Un try de Boan Venter de Sudáfrica fue anulado por un pase adelantado de Jasper Wiese antes de que la sanción a Ryan se convirtiera en tarjeta roja.
O’Brien escapó de una tarjeta por un placaje alto a Canan Moodie, pero sufrió una hemorragia nasal y fue reemplazado por Crowley para someterse a una evaluación por conmoción cerebral.
Reinach logró el segundo try tras una intensa presión, con Irlanda reducida a 13 hombres después de que Prendergast fuera amonestado.
Sheehan anotó dos minutos después en una excelente respuesta de Irlanda, antes de que Crowley, que añadió la conversión, se uniera a Prendergast en el banquillo por sacar el balón de las manos de Reinach en un ruck.
Cian Prendergast reemplazó a Ryan para evitar que los locales jugaran con 12 jugadores.
Sin embargo, sufrieron esa suerte cuando Porter fue expulsado por colapsar el scrum, antes de que el árbitro Carley concediera un try penal a Sudáfrica al final de un primer tiempo frenético.
Feinberg-Mngomezulu superó a Jamison Gibson-Park en el minuto 47, deleitando a la numerosa afición sudafricana, entre penales de Sam Prendergast.
McCarthy, que entró como suplente, recibió una tarjeta amarilla mientras los locales resistían la intensa presión.
Crowley evitó que Irlanda se rezagara aún más con dos defensas sobresalientes antes de que Sudáfrica celebrara convertirse en el tercer país en vencer a Irlanda en Dublín en la era Farrell, tras una tarjeta amarilla tardía para Grant Williams.
