La búsqueda de Escocia por su primera victoria contra Nueva Zelanda continúa, a pesar de una valiente remontada en la segunda mitad que finalmente resultó infructuosa, con una derrota de 25-17 en Murrayfield.
El equipo dirigido por Gregor Townsend se encontró en desventaja 17-0 al descanso, a pesar de haber sido detenido dos veces cerca de la línea de anotación.
Los escoceses reaccionaron con fuerza, igualando el marcador a 17-17 en el minuto 60 gracias a los tries de Ewan Ashman y Kyle Steyn, y parecían los más propensos a la victoria a medida que el partido avanzaba al último cuarto.
Sin embargo, los All Blacks, que sufrieron tres tarjetas amarillas, recuperaron la compostura en los compases finales. Un try y un penal de larga distancia del suplente Damian McKenzie sentenciaron el encuentro a favor de los visitantes, quienes han fracasado en ganar este enfrentamiento en 33 intentos durante 120 años.
Cam Roigard celebra un try para los All Blacks.
Los visitantes silenciaron a la afición local al tomar la delantera en los primeros tres minutos. Josh Lord, segunda línea, realizó una magnífica jugada con una mano desde la línea de medio campo, avanzando y habilitando a Cam Roigard, quien anotó un try a la izquierda. Beauden Barrett convirtió la jugada.
Escocia respondió con ímpetu, planteando problemas a sus oponentes sin concretar en el marcador.
Después de que el ala escocés Darcy Graham fuera detenido cerca de la línea de anotación por la defensa de los All Blacks, los visitantes ampliaron su ventaja a 10 puntos con un penal de Barrett en el minuto 29.
Los locales tuvieron una oportunidad de aumentar la presión cuando el ala de los All Blacks, Leroy Carter, fue amonestado con tarjeta amarilla en el minuto 33 por una zancadilla a Graham.
Sin embargo, los escoceses no lograron aprovechar la superioridad numérica. Tras ser detenido Rory Hutchinson cerca de la línea de try, los Kiwis ampliaron su ventaja a 17 puntos en la última jugada del primer tiempo, cuando Will Jordan anotó a la izquierda tras una asistencia de Wallace Sititi, con Barrett convirtiendo la jugada.
Escocia comenzó la segunda mitad con fuerza. Ashman anotó un try tras un maul en el minuto 46, con Finn Russell sumando los puntos extras.
Los locales se vieron aún más animados cuando el capitán de los All Blacks, Ardie Savea, recibió una tarjeta amarilla por intentar detener el maul.
Esta vez, los escoceses aprovecharon la ventaja numérica, con Steyn anotando a la izquierda tras un pase de Blair Kinghorn en el minuto 51. Russell volvió a acertar con la conversión.
Los escoceses parecían dispuestos a tomar la delantera en el minuto 56, pero Roigard realizó un brillante placaje para evitar que Graham apoyara el balón a la derecha.
Russell empató el encuentro con un penal en el minuto 60, preparando un final emocionante.
Parecía que la balanza se inclinaba a favor de Escocia, especialmente cuando Sititi recibió la tercera tarjeta amarilla para Nueva Zelanda en el minuto 61 por un knock-on intencionado.
Pero los visitantes resistieron la embestida escocesa y se adelantaron nuevamente en el minuto 73, cuando McKenzie anotó a la izquierda.
El anotador del try falló la conversión, pero no cometió errores seis minutos después, anotando un penal desde 45 metros para sentenciar el resultado.
