Escocia: Rugby Femenino Exige Respeto Tras Eliminación del Mundial

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El Final de una Era: Jade Konkel y el Rugby Femenino Escocés

Una conversación de seis minutos marcó el final de la trayectoria de Jade Konkel con la selección escocesa de rugby, tras 13 años de dedicación. La situación de Konkel, y de muchas otras jugadoras, pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el rugby femenino en Escocia.

De las 32 jugadoras convocadas para el Mundial, solo 15 tenían contrato antes de comenzar el torneo. Konkel no estaba entre ellas. La decisión de no renovar su contrato se basó, según la Unión Escocesa de Rugby (SRU), en su rendimiento. «Eso fue interesante, ya que fui la jugadora de la temporada en Harlequins», comentó Konkel con una sonrisa amarga.

Una hora después de que Inglaterra pusiera fin a las aspiraciones de Escocia en el Mundial, Konkel, bombera de profesión y primera jugadora profesional de rugby femenino en Escocia en 2016, sabía que este sería su último partido con la camiseta escocesa. Decidió retirarse del rugby internacional después del Mundial, tomando las riendas de su despedida y evitando ser una de las muchas jugadoras que ven truncadas sus carreras internacionales.

La capitana Rachel Malcolm, con su habitual entrega, intentó dejar de lado las disputas contractuales para centrarse en el juego. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de las jugadoras, que incluso tuvieron que buscar trabajo durante el torneo, fue una constante.

Esta situación se originó antes del Seis Naciones, con retrasos en la firma de contratos que, según fuentes, no fueron una prioridad para la SRU. Aunque se intentó llegar a un acuerdo, solo 15 jugadoras tenían contrato al inicio del Mundial. Figuras como Konkel quedaron en un limbo profesional, al igual que el personal técnico.

La esperanza a largo plazo es que las jugadoras jueguen en clubes escoceses. Sin embargo, el formato exacto aún no está definido. Algunas jugadoras que residen en Inglaterra se enfrentan a la exigencia de mudarse para obtener un contrato, lo que plantea problemas por sus trabajos a tiempo parcial y sus hipotecas.

Bryan Easson, entrenador del equipo femenino desde 2020, anunció su salida después del Mundial. La inestabilidad se intensificó con las negociaciones contractuales que se prolongaron sin solución. En junio, se informó que solo 15 de las 38 jugadoras en el campamento de entrenamiento habían recibido ofertas de contrato, lo que afectó su salud mental y emocional.

Rhona Lloyd, que sí tiene contrato, comentó que más de la mitad del equipo no tendría contrato después del Mundial, lo cual añade una gran presión a las jugadoras. Malcolm, como líder, intentó centrarse en el torneo, pero la situación era complicada.

En el campo, Escocia tuvo un buen desempeño, venciendo a Gales y a Fiji. Luego, disputó un partido valiente contra Canadá, antes de perder contra Inglaterra. Después del partido contra Inglaterra, Easson reconoció que el equipo creía en la posibilidad de dar la sorpresa, pero su juego no fue el mejor. Sin embargo, este partido marcó el final de una era.

Easson destacó la importancia de invertir en las futuras generaciones. Malcolm, que capitaneó a Escocia por 53ª vez, enfatizó la necesidad de que la federación escuche a las jugadoras.

Las jugadoras pidieron apoyo y respeto. Konkel, en su mensaje final, instó a que se reconociera el esfuerzo y la dedicación que implica formar parte del programa de rugby femenino escocés.

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