Los British and Irish Lions sufrieron una derrota en su partido inaugural del año, cayendo 28-24 ante Argentina en Dublín.
Como era de esperar, surgieron algunos problemas iniciales que Andy Farrell buscará solucionar esta semana, antes de su primer enfrentamiento en Australia contra el Western Force en Perth el próximo sábado.
Lo más destacado del encuentro
A continuación, tres aspectos clave que se desprenden del partido inaugural:
1. Tommy Freeman y Jac Morgan impresionan
El partido brindó a los jugadores la oportunidad de causar una buena primera impresión en Andy Farrell, y Tommy Freeman y Jac Morgan lo lograron.
Desde el principio, Freeman se mostró peligroso con el balón en sus manos. Tras un gran Six Nations con Inglaterra y una buena campaña con Northampton, Freeman demostró su talento desde el primer momento con los Lions. A diferencia de otros, no intentó forzar y se mantuvo tranquilo durante todo el partido. Los defensores saben que puede superarlos con un paso o utilizar su rango de pases para habilitar a sus compañeros.
Morgan, uno de los dos únicos jugadores galeses en el equipo junto con Tomos Williams, llevó la bandera de su país con orgullo. Fue fuerte en la disputa del balón y corrió bien, demostrando ser un problema para los defensores argentinos. Se espera que trabaje arduamente en cada partido y es un gran líder. La tercera línea es un área sumamente competitiva en el equipo, pero Morgan causó una fuerte primera impresión.
2. La comunicación es clave
La principal frustración de los Lions residirá en el hecho de que, cuando lograron desplegar su juego, se vieron realmente bien. Simplemente no pudieron mantenerlo.
Freeman, Duhan van der Merwe y Sione Tuipulotu, en particular, parecían amenazantes con la mayoría de sus intervenciones. El grupo en su conjunto no lo hizo con la frecuencia necesaria ni ejerció suficiente presión sobre Argentina.
Un pase ambicioso, una posesión suelta o un pase de más en lugar de construir presión a través de fases deshicieron todo el buen trabajo. Hay que ganarse el derecho a atacar. La buena noticia es que todas estas cosas están bajo su control. Sólo se necesita tiempo y una buena comunicación.
A Farrell le habrá gustado el rugby fluido que vio en destellos, pero recordará a su equipo que son un grupo nuevo y que la cohesión no se puede apresurar demasiado.
3. La formación de los Lions necesita ser resuelta, ¡y rápido!
Las formaciones, especialmente con un grupo nuevo, pueden ser difíciles de dominar. Necesitan práctica.
Ambos hookers, Luke Cowan-Dickie y Ronan Kelleher, tuvieron dificultades, perdiendo múltiples lanzamientos.
Ambos son jugadores experimentados, por lo que se esperaría que lo hicieran bien, pero es un área clave que deben mejorar antes de enfrentarse a los Wallabies.
El conocimiento de Joe Schmidt sobre los jugadores de los Lions, especialmente el contingente irlandés, será profundo y sin duda ya estará buscando áreas donde pueda encontrar puntos débiles y exponerlos. La formación simplemente no puede convertirse en un problema persistente para este equipo, ya que es un área clave en el rugby moderno. Necesitan demostrar que lo han solucionado lo antes posible, lo que sucederá contra el Western Force la próxima semana.