La segunda ronda de los playoffs de la Copa Stanley 2025 ha superado su punto medio, con casi todas las series a punto de concluir el cuarto juego. ¿Cuáles han sido las lecciones más importantes aprendidas en esta fase? ¿Qué equipos y jugadores han sorprendido, para bien o para mal? ¿Cómo influirá todo esto en el resto de la postemporada?
Análisis de la Ronda
Analizamos a fondo los aspectos más relevantes de la segunda ronda, destacando las sorpresas y las tendencias que podrían definir el rumbo de la competición.
¿Una señal favorable para los Stars?
La serie entre los Winnipeg Jets y los Dallas Stars aún tiene mucho por decidirse. Sin embargo, si los Stars logran la victoria y avanzan a las finales de la Conferencia Oeste, sería su tercera aparición consecutiva en esta instancia, y la cuarta desde 2020. Aunque aún no han ganado la Copa Stanley en ese período, ¿su consistencia los convierte en el equipo más destacado del Oeste?
Los Vegas Golden Knights, campeones en 2023, y los Edmonton Oilers, que estuvieron a un paso de lograrlo la temporada pasada, son fuertes contendientes. Si Dallas llega a la siguiente ronda, se enfrentará a uno de estos dos equipos. La situación de los Stars es digna de análisis, ya que, desde que la NHL adoptó el formato Este/Oeste en 1994, solo tres equipos han logrado llegar a la final de conferencia tres veces consecutivas. Los Detroit Red Wings lo consiguieron primero (de 1995 a 1998), ganando dos Copas Stanley, y luego de nuevo (de 2007 a 2009), conquistando otro título en 2008. Recientemente, los Chicago Blackhawks lo hicieron (de 2013 a 2015), obteniendo dos Copas.
Toronto en busca de una nueva estrategia
Los Maple Leafs mostraron un desempeño deficiente en el Juego 4 contra los Florida Panthers, sufriendo una derrota por 2-0. Florida dominó a Toronto con una fuerte presión en la zona ofensiva, lo que resultó en múltiples penalizaciones para los Leafs y les impidió generar impulso.
Si no fuera por la destacada actuación de Joseph Woll en la portería, el marcador habría sido más abultado, ya que Toronto no encontró soluciones ante la ofensiva de Florida. A diferencia de los juegos anteriores, donde los Leafs capitalizaron las oportunidades de contraataque, los Panthers cerraron sus defensas para mantener a Toronto en el exterior y mejorar su juego frente a Sergei Bobrovsky.
Si los Panthers logran mantener este nivel, y los Leafs no se adaptan, Florida podría asegurar su tercera aparición consecutiva en las finales de la Conferencia Este. Toronto necesita realizar cambios y que sus jugadores estrella eleven su rendimiento. Mitch Marner no ha registrado un tiro a puerta desde su gol ganador en el Juego 2, y Auston Matthews aún no ha marcado en la segunda ronda, ni ha anotado contra Florida en nueve partidos de postemporada.
El entrenador de Toronto, Craig Berube, reconoció tras la derrota que espera más de ciertos jugadores. Ambos equipos han defendido su cancha hasta ahora. Toronto aún tiene esa ventaja, pero ahora la serie se reduce a un formato al mejor de tres. La pregunta es: ¿Qué contraataque lanzarán los Leafs ahora que los Panthers han afilado sus garras?
¿Confianza en Hellebuyck para los Juegos Olímpicos?
La interrogante que el equipo de Estados Unidos deberá responder antes del torneo de hockey sobre hielo masculino de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 es si los partidos en Milán se considerarán como locales o visitantes. La respuesta podría definir al portero titular.
Las dificultades de Connor Hellebuyck en los playoffs de la Copa Stanley han alcanzado un punto preocupante. A pesar de haber ganado el Trofeo Vezina en dos ocasiones y ser finalista del Hart (MVP), su rendimiento en la temporada regular contrasta con sus estadísticas en postemporada. En sus últimos 20 juegos de playoffs, Hellebuyck tiene un registro de 7-13, con un porcentaje de salvamento de .866 y una media de goles en contra de 3.90. Fuera de casa, ha perdido ocho de sus últimas nueve titularidades, con un .835 SP y una GAA de 5.20.
Después de la primera ronda contra los St. Louis Blues, la expectativa para Hellebuyck era ver si podía superar un partido como visitante sin ser reemplazado. Aunque cumplió ese objetivo en el Juego 3 contra Dallas, perdió nuevamente y no tuvo un buen desempeño, permitiendo un gol de Roope Hintz y otro que la NHL clasificó como autogol de Alex Petrovic.
El entrenador de los Jets, Scott Arniel, comentó que el desempeño de Hellebuyck se juzgará por sus resultados fuera de casa y que necesitan ganar. Por el contrario, Jake Oettinger, portero de Dallas, tiene un registro de 12-11 con un .909 SP y una GAA de 2.63 en sus últimos 23 partidos de playoffs fuera de casa.
Estados Unidos cuenta con una amplia selección de porteros, pero Oettinger podría ser la siguiente opción, habiendo sido el suplente de Hellebuyck en el 4 Nations Face-Off en febrero. Su juego en esta serie y en otros momentos clave, como la victoria de los Stars en el Juego 7 contra Colorado en la primera ronda, deberían generar debate sobre el titular olímpico estadounidense, considerando las dificultades de Hellebuyck en los momentos decisivos.
Sin embargo, es importante señalar que Hellebuyck tuvo un desempeño sobresaliente en el 4 Nations, con un GAA de 1.59 y .932 SA en tres partidos, lo que plantea la pregunta: ¿Se le puede confiar más jugando detrás de un equipo All-Star que con los Winnipeg Jets, sin importar dónde se jueguen los partidos?
La profundidad de los Oilers podría ser la perdición de los Golden Knights
Ver a Adam Henrique anotar los dos primeros goles en el Juego 4, seguido por otro de Evander Kane, no solo dio a los Oilers una victoria por 3-0, sino que también los dejó a un triunfo de su segunda aparición consecutiva en las finales de la Conferencia Oeste. Esto reafirmó cómo los Oilers pueden depender de una profundidad que, en comparación, falta en los Golden Knights.
La estadística que lo evidencia es que la dupla generacional de los Oilers, Leon Draisaitl y Connor McDavid, solo han combinado para anotar tres de los 15 goles de su equipo. Draisaitl anotó en el Juego 1, pero el resto de las contribuciones, incluido el gol de la victoria, vinieron de otros jugadores. Draisaitl anotó el gol ganador en el Juego 2, pero los cuatro goles anteriores fueron anotados por sus compañeros. En el Juego 3, Corey Perry marcó los dos primeros goles.
Compárense con los Golden Knights. El trío de Ivan Barbashev, Tomas Hertl y Brett Howden sumaron 78 goles en la temporada regular, pero no han anotado en los primeros cuatro juegos de la serie contra los Oilers. Los seis defensas principales de Vegas anotaron 35 goles en la temporada regular, con 17 de ellos pertenecientes a Noah Hanifin y Shea Theodore. Este grupo solo ha marcado un gol en la serie.
Esta falta de profundidad en la anotación se ha agravado por el hecho de que Jack Eichel, que lideró a los Golden Knights con 94 puntos en la temporada regular, no ha anotado en la serie. Mientras tanto, el máximo goleador, Pavel Dorofeyev, que se perdió los dos primeros juegos por lesión, tampoco ha marcado desde su regreso.
¿Autogoles para todos?
A los aficionados les encanta ver goles, pero no cuando son en su propia portería. En esta ronda, hemos visto algunos ejemplos notables de esta última categoría.
En el Juego 3 entre Dallas y Winnipeg, un autogol de Petrovic, tras una larga revisión, fue el que le dio la ventaja a Dallas. La noche anterior, el palo de Draisaitl desvió un disco hacia la portería de Stuart Skinner, dando a Vegas un gol en el último segundo y su primera victoria de la serie. Morgan Rielly, en el Juego 3 de la serie de Toronto contra Florida, desvió un disco hacia la portería, reduciendo la ventaja de los Leafs a 2-1. Toronto perdió finalmente 5-4 en la prórroga.
Aunque no hay un buen momento para marcar en propia puerta, ¿podría haber sido peor el momento de alguno de estos goles? Si alguna vez te has preguntado por qué «simplemente lanzar el disco a la portería» es un cliché del hockey, aquí tienes la respuesta: porque cualquier cosa puede pasar.
Mikko Rantanen, en camino al MVP
Pete DeBoer, entrenador de los Dallas Stars, en su décima postemporada, ha sido testigo de actuaciones individuales sorprendentes de sus jugadores. Como los 19 puntos de Ilya Kovalchuk en 23 juegos para los Devils en 2012, o los 14 goles de Joe Pavelski en 24 juegos para los Sharks en 2016.
Pero nada como la postemporada que Rantanen está teniendo con los Stars.
Es la mejor actuación que he presenciado estando donde estoy. Pero para mí, apenas está comenzando. Está calentando. Creo que está en una misión.
Pete DeBoer, entrenador de los Dallas Stars
En 10 juegos, Rantanen lidera los playoffs en goles (nueve) y puntos (18). En un momento dado, había anotado o asistido en 15 de los 16 goles de los Stars, desde la primera ronda. Es el primer jugador en la historia de los playoffs de la Copa Stanley con cinco juegos de tres puntos en los primeros 10 partidos de un equipo.
Rantanen fue traspasado dos veces durante una temporada turbulenta, de Colorado a Carolina y luego a Dallas, antes de firmar una extensión con los Stars. Ha respondido a las preguntas sobre su capacidad ofensiva sin tener a Nathan MacKinnon en su equipo. Entró en los playoffs como uno de los mejores anotadores de la NHL en las últimas temporadas y ha superado esas expectativas, siendo el actual líder del Trofeo Conn Smythe (MVP de la postemporada).
Sin embargo, en el juego 2, los Jets lo mantuvieron a raya en su victoria. Rantanen respondió con un gol y dos asistencias en el Juego 3.
Es el momento de Mikko Rantanen.
Ovechkin y Perry desafían al tiempo
Corey Perry cumplirá 40 años el viernes, mientras que Alex Ovechkin alcanzará ese hito en septiembre. Ambos forman parte de un grupo de cinco jugadores de 39 años o más que han jugado más de un partido en esta postemporada. Sugerir que Ovechkin y Perry están teniendo buenas campañas de postemporada para jugadores de su edad solo explica parcialmente lo que han hecho hasta ahora.
De hecho, están teniendo dos de las mejores campañas de postemporada para jugadores de 39 años en la historia de la NHL.
Perry, ganador de la Copa Stanley y número 38 en goles de playoffs, ha marcado cinco veces en esta postemporada. Ovechkin, también ganador de la Copa Stanley y empatado con Mario Lemieux en el puesto 12 en goles de playoffs, tiene cuatro. Ambos están cerca de la mayor cantidad de goles en playoffs en una temporada de 39 años, según Quant Hockey. Esa marca la tiene Jean Béliveau, con seis goles en 1971.
¿Los Hurricanes han descifrado a Ovi?
Algunos podrían acusar al juego de Ovechkin de ser cada vez más «de una sola nota». Pero cuando se juega bien, es una nota muy buena. Y en este momento, los Washington Capitals necesitan desesperadamente más de sus contribuciones, al menos en igualdad de condiciones.
La línea de Ovechkin ha sido frenada por la defensa de Carolina, especialmente por Jaccob Slavin y Brent Burns, en lo que va de la serie, y han tenido muchos menos intentos de tiro y oportunidades que la oposición en 5 contra 5. Ovechkin y su compañero de línea Dylan Strome prosperan especialmente al crear oportunidades a partir de las entradas en la zona, y los Hurricanes no les dan mucho en ese aspecto. Ovechkin sigue luchando por el hielo abierto y lidera a los Capitals en tiros en igualdad de condiciones, pero eso no se ha materializado en nada en la hoja de anotación; el único gol de Ovechkin en la serie ha sido en el juego de poder en el Juego 4.
Considerando que los Caps fueron derrotados por 4-0 en el Juego 3 y 5-2 en el Juego 4, están buscando contribuciones ofensivas consistentes para superar la situación. Aquí es cuando Ovechkin tiene que empezar a convertir su paja proverbial en oro de nuevo a pleno rendimiento.
Washington tuvo suerte en el Juego 2 después de ser superado por 33-14 por los Hurricanes, pero aun así logró una victoria por 3-1. Si Carolina está encontrando su ritmo ofensivo ahora y empezando a resolver a Logan Thompson, entonces Washington debe encontrar formas de generar más oportunidades ofensivas. Eso es más fácil decirlo que hacerlo contra el asfixiante juego defensivo colectivo de los Hurricanes.
Carolina no es una broma
Si has seguido la segunda ronda, sin duda te habrás encontrado con una o dos bromas (o 10) sobre la calidad relativa de la serie de los Carolina Hurricanes contra los Washington Capitals en comparación con las otras tres series de playoffs. Quizás hayas hecho algunas tú mismo.
El Juego 4 del lunes por la noche fue la excepción en lo que, por lo demás, ha sido una serie de juego duro y de control en la que se marcaron cuatro o menos goles en total en cada uno de los tres primeros juegos, incluida una blanqueada de 4-0 del portero Frederik Andersen en el Juego 3.
Los Hurricanes son los Hurricanes. Al entrenador Rod Brind’Amour no le importa el valor de entretenimiento de esta serie ni de ninguna otra. La misión de su equipo es chupar vampíricamente la vida de sus oponentes con una combinación de posesión del disco, cobertura de la zona defensiva, portería fiable y eliminación de penaltis de élite. Después de cuatro juegos, la misión se ha cumplido.
A Brind’Amour se le preguntó sobre los aficionados y los medios de comunicación de otros mercados que reducían las virtudes de los Hurricanes a ser simplemente un equipo monótono de «volumen de tiros».
Es vago. Es vago. Porque entonces no estás viendo realmente el juego. Estás eligiendo una parte de él. Pero hay un método para todo esto. No me irrita.
Rod Brind’Amour, entrenador de los Carolina Hurricanes
Cuando los Canes no tienen el disco, están evitando los tiros: Carolina está permitiendo un promedio de 24.6 tiros por juego en esta postemporada, el tercero mejor entre los equipos activos.
Esto es lo que hacen los Hurricanes. Esto es lo que los Hurricanes han hecho. Y esto es lo que seguirán haciendo en las finales de la Conferencia Este a menos que los Capitals tengan un repunte en ellos. Lo cual sería emocionante. Pero los Hurricanes no se preocupan por esa emoción.
Los Hurricanes no se preocupan por esa emoción.
