Fabio Wardley demostró una vez más su poderío en el boxeo al noquear a Justis Huni en el décimo asalto, en un combate que se celebraba en Ipswich, Inglaterra. A pesar de ir perdiendo en las tarjetas, Wardley conectó un potente derechazo que envió al australiano a la lona, ante la euforia de los cerca de 20,000 aficionados presentes en el estadio de fútbol Portman Road.
El combate parecía encaminarse hacia una victoria por puntos para Huni, quien dominaba con su técnica y precisión. Sin embargo, un solo golpe cambió el rumbo de la pelea a 1 minuto y 42 segundos del décimo asalto.
Con esta victoria, Wardley se posiciona como el retador obligatorio al título de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), lo que podría llevarlo a disputar un campeonato mundial en 2026. Antes de llegar a esa instancia, podría enfrentarse al ganador del combate entre el veterano búlgaro Kubrat Pulev y el estadounidense Michael Hunter.
No pretendo ser un Usyk o un Huni con todas las habilidades, pero sí sé cómo darlo todo, aferrarme a la protección bucal y conseguir el resultado.
Fabio Wardley
Wardley, emocionado por su triunfo, expresó su determinación y su capacidad para sobreponerse a la adversidad. Huni, por su parte, reconoció que un instante de desconcentración le costó la pelea.
El boxeador inglés espera seguir los pasos de figuras como el músico Ed Sheeran y el equipo de fútbol Ipswich Town, y convertirse en un ícono en su ciudad natal.
El ascenso de Wardley en el mundo del boxeo ha sido meteórico. Tras solo cuatro combates como amateur, dejó su trabajo para dedicarse por completo a su carrera profesional en 2017. A pesar de su corta experiencia, se encuentra a las puertas de una oportunidad por el título mundial.
Fabio Wardley demostrando su poder con un devastador nocaut sobre Justis Huni.
Wardley, quien tuvo un breve paso por las categorías juveniles del Ipswich Town, comenzó la pelea como el contendiente número uno de la WBA, tras sus dos combates con su rival inglés Frazer Clarke, que elevaron su carrera a un nuevo nivel el año pasado. Su primer enfrentamiento terminó en un empate por puntos, pero en la revancha, Wardley derrotó a Clarke en un asalto, con fractura de mandíbula y pómulo.
Wardley, de 30 años, demostró una vez más su capacidad para noquear a sus rivales. Su promotor, Frank Warren, lo comparó con el ex campeón del CMB, Deontay Wilder.
Huni, por su parte, tuvo una destacada carrera como amateur, ganando una medalla de bronce en el Campeonato Mundial de 2019. Sin embargo, su carrera profesional fue más lenta hasta que tomó impulso el año pasado.
El australiano demostró su destreza en el primer asalto, pero Wardley mejoró en el segundo con su jab. Huni conectó algunas combinaciones en el tercer asalto, pero Wardley empezó el cuarto de forma agresiva.
La experiencia de Huni, forjada en su etapa amateur, se hizo evidente en la primera mitad de la pelea, superando al ídolo local. En el quinto asalto, Huni conectó golpes de calidad, incluyendo un gancho de izquierda.
Wardley, que está bajo la dirección de Dillian Whyte y ha sido sparring de Usyk, iba por detrás en la mitad de la pelea, ya que los golpes de Huni eran demasiado precisos para el luchador de Ipswich.
Huni conectó un gran derechazo en el sexto asalto, aumentando su dominio. En el séptimo, Wardley se vio en apuros por un jab, mientras que Huni seguía aumentando su ventaja.
Wardley retrocedió en el octavo asalto, ya que Huni conectó un gran golpe de izquierda que obligó a Wardley a buscar el nocaut.
Y lo consiguió, con un derechazo en el décimo asalto que envió a Huni a la lona.
Wardley, a pesar de no tener la misma experiencia amateur que otros, demostró una vez más el poder que lo acerca a una oportunidad por el título mundial.