US Open: Retraso por Trump causa caos y abucheos entre fanáticos

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Caos en el US Open: Aficionados Abuchean por Retraso en el Acceso al Estadio

El inicio de la final del US Open entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se vio empañado por un retraso que generó frustración y abucheos entre los aficionados presentes.

Las medidas de seguridad adicionales, implementadas debido a la presencia del expresidente Donald Trump en el estadio Arthur Ashe, provocaron una demora de media hora en el comienzo del partido, lo que generó largas filas y tiempos de espera prolongados.

A pesar del retraso anunciado, miles de fanáticos aún no habían logrado ingresar al estadio cuando el juego finalmente comenzó.

Algunos asistentes expresaron que no fueron informados sobre la posibilidad de una espera tan extensa al llegar al Centro Nacional de Tenis Billie Jean King.

Reconocemos que las medidas de seguridad reforzadas para la visita del Presidente al US Open pueden haber contribuido a los retrasos para los asistentes. Agradecemos sinceramente a todos los fanáticos su paciencia y comprensión.

Servicio Secreto

Un letrero en la pantalla gigante sobre la entrada del estadio informaba a los fanáticos sobre el retraso de media hora debido a las «medidas de seguridad», pero algunos afirmaron que esa fue la primera vez que se enteraron.

Los aficionados en la fila buscaron formas de pasar el tiempo, algunos incluso compraron helados.

Sinner comentó que no se dio cuenta de que había menos público de lo habitual para una final importante cuando comenzó el partido.

El portavoz de la USTA, Brendan McIntyre, informó que se enviaron correos electrónicos a los poseedores de boletos el viernes, sábado y domingo, y se envió un mensaje a la aplicación del US Open a las 9 a.m. del domingo.

Sin embargo, muchos fanáticos no recibieron la información, con miles de personas aún atrapadas en una fila que se extendía hasta las canchas de práctica.

La transmisión televisiva mostró imágenes de las multitudes, y el comentarista Chris Fowler señaló que parecía que los fanáticos «no fueron informados adecuadamente para que se prepararan para esto».

Una aficionada comentó que, de haber sabido cuánto tiempo tomaría, habría ido directamente a la fila de entrada al estadio en lugar de visitar las tiendas y puestos de comida.

El partido se transmitía en pantallas gigantes sobre la entrada para que los fanáticos pudieran seguirlo mientras esperaban.

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