La tenista británica Emma Raducanu ha decidido finalizar anticipadamente su temporada debido a problemas físicos que la han afectado en China.
La número uno del Reino Unido tenía la esperanza de cerrar el 2025 con un buen rendimiento para asegurar su lugar como cabeza de serie en el Abierto de Australia en enero, pero esa posibilidad ahora está en duda.
Sin embargo, hay buenas noticias en cuanto al equipo técnico, ya que Raducanu y el experimentado entrenador español Francisco Roig han acordado continuar su colaboración en 2026.
Raducanu se retiró durante el segundo set de su encuentro contra Ann Li en Wuhan la semana pasada debido a mareos causados por las altas temperaturas y la humedad. Posteriormente, publicó una foto en redes sociales desde el consultorio de un médico.
Aunque afirmó sentirse mejor y decidió participar en el Abierto de Ningbo esta semana, no estaba al 100% y volvió a perder su primer partido.
Raducanu ganó el primer set contra Zhu Lin, pero se mostró fatigada en el segundo. Le tomaron la presión arterial, y luchó contra una reaparición de problemas en la parte baja de la espalda. Al final, apenas podía moverse.
Estaba programado que jugara en el Abierto Pan Pacific en Tokio la semana siguiente y luego en el Abierto de Hong Kong a partir del 27 de octubre, pero en cambio decidió enfocarse en la recuperación.
Según informes, la ex campeona del US Open ha estado indispuesta durante los últimos 10 días y ha tomado la decisión de no forzar más su cuerpo.
Ahora se tomará un tiempo fuera de la cancha antes de reunirse con Roig, el ex entrenador de Rafael Nadal, con quien comenzó a trabajar en agosto para un período de entrenamiento de pretemporada.
La temporada de Raducanu ha estado llena de altibajos, con un comienzo difícil tanto dentro como fuera de la cancha. Su entrenador Nick Cavaday renunció debido a problemas de salud, y luego se la vio visiblemente afectada durante un partido en Dubái.
Antes de mediados de marzo, solo había ganado tres partidos en el Abierto de Miami, pero una colaboración temporal con Mark Petchey dio resultados inmediatos, alcanzando los cuartos de final de un WTA 1000.
Esto marcó el inicio de una buena primavera y verano, con Raducanu ganando partidos de forma consistente y reduciendo casi a la mitad su clasificación. Sin embargo, el optimismo que la rodeaba cuando se fue de Nueva York con Roig y habiendo ganado partidos en Flushing Meadows por primera vez desde 2021 ha disminuido.
Raducanu decidió a última hora no representar a Gran Bretaña en las Finales de la Copa Billie Jean King y tendrá que reconstruir puentes en ese frente. Además, ganó solo dos partidos en cuatro torneos en Asia, perdiendo por puntos de partido tanto contra Barbora Krejčíková como contra Jessica Pegula.
Raducanu podría haber hecho lo suficiente para ser cabeza de serie en Melbourne, aumentando sus posibilidades de evitar los sorteos a los que se ha enfrentado en los Grand Slams de esta temporada, y se ha dado una buena base para construir.
Al entrar en el Abierto de Australia de este año clasificada en el puesto 61, Raducanu ha ascendido al puesto 29 del mundo y, lo que es crucial, ha demostrado que su cuerpo puede soportar una temporada completa en su mayor parte.
Si logra seguir trabajando bien con Roig, encontrar estabilidad en el entrenamiento físico y realizar una buena pretemporada, hay grandes esperanzas para un 2026 positivo.