La tenista británica Emma Raducanu ha dado por finalizada su temporada debido a problemas físicos que la han afectado durante su gira en China.
La número 1 del Reino Unido, esperaba cerrar el 2025 con un buen desempeño para asegurar un puesto en el Abierto de Australia en enero, pero ahora su participación está en duda.
A pesar de esto, hay buenas noticias en cuanto al equipo técnico. Raducanu y el experimentado entrenador español Francisco Roig han llegado a un acuerdo para continuar su colaboración en 2026.
Raducanu se retiró durante el segundo set de su enfrentamiento contra Ann Li en Wuhan la semana pasada, debido a mareos causados por las altas temperaturas y la humedad. Posteriormente, publicó una imagen en redes sociales desde el consultorio de un médico.
Aunque se sintió mejor y decidió participar en el Abierto de Ningbo esta semana, no estaba al 100% y perdió su primer partido.
Raducanu ganó el primer set contra Zhu Lin, pero mostró falta de energía en el segundo y tuvo que ser revisada su presión arterial. Además, sufrió una recurrencia de problemas en la parte baja de la espalda y apenas podía moverse al final del partido.
Estaba programado que jugara en el Pan Pacific Open en Tokio la próxima semana y luego en el Hong Kong Open, pero ha optado por enfocarse en su recuperación.
Según informes, la ex campeona del US Open ha estado sintiéndose mal durante los últimos 10 días y ha decidido no forzar su cuerpo.
Ahora, se tomará un tiempo fuera de las canchas antes de reunirse con Roig, quien fue durante mucho tiempo entrenador de Rafael Nadal, con quien comenzó a trabajar en agosto para una fase de entrenamiento de pretemporada.
La temporada de Raducanu ha sido irregular, con un comienzo difícil dentro y fuera de la cancha. Su entrenador Nick Cavaday renunció debido a problemas de salud, y la tenista se vio afectada emocionalmente durante un partido en Dubai.
Antes del Miami Open a mediados de marzo, solo había ganado tres partidos. Sin embargo, una colaboración temporal con Mark Petchey dio resultados inmediatos, alcanzando los cuartos de final de un WTA 1000.
Esto marcó el inicio de una buena primavera y verano, donde Raducanu ganó partidos de manera consistente y redujo su ranking casi a la mitad. Sin embargo, el optimismo que la rodeaba tras su salida de Nueva York con Roig y haber ganado partidos en Flushing Meadows por primera vez desde 2021 ha disminuido.
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Raducanu tomó la decisión de no representar a Gran Bretaña en las Finales de la Billie Jean King Cup y deberá reconstruir puentes en ese frente. Además, solo ganó dos partidos en cuatro torneos en Asia, perdiendo contra Barbora Krejčíková y Jessica Pegula.
Raducanu podría haber hecho lo suficiente para ser cabeza de serie en Melbourne, lo que aumentaría sus posibilidades de evitar los sorteos difíciles que ha enfrentado en los Grand Slams esta temporada, y se ha dado una buena base para construir.
Habiendo comenzado el Abierto de Australia de este año en el puesto 61, Raducanu ha ascendido al puesto 29 del mundo y ha demostrado que su cuerpo puede soportar una temporada completa.
Si logra consolidar su trabajo con Roig, encontrar estabilidad en el entrenamiento físico y tener una buena pretemporada, hay motivos para ser optimistas sobre un 2026 positivo.