Daouda Peeters, tras ser diagnosticado con el síndrome de Guillain-Barré, regresa al campo de juego con el Las Vegas Lights de la USL.
En el verano de 2021, Daouda Peeters se encontraba en la cima de su carrera futbolística.
Como mediocampista defensivo, formaba parte del prestigioso club italiano Juventus, donde entrenaba con figuras como Cristiano Ronaldo. En ese mismo equipo, compartía vestuario con leyendas como Giorgio Chiellini, el campeón de la Copa del Mundo Paulo Dybala y el joven estadounidense Weston McKennie.
Sin embargo, cuatro meses después, Peeters enfrentaba la posible conclusión de su carrera, paralizado de la cintura para abajo debido a una rara condición neurológica conocida como síndrome de Guillain-Barré (GBS).
A pesar de todo, Peeters ha logrado regresar al fútbol, aunque el camino ha sido largo y constante. Actualmente, juega en la USL Championship con el Las Vegas Lights, y aprovecha la oportunidad para recordar a sus compañeros menos experimentados lo efímera que puede ser una carrera profesional en el fútbol.
«Muchachos, miren: todo parece bonito, pero sean agradecidos y disfruten al máximo de su carrera porque puede terminar así».
Daouda Peeters
Sus problemas comenzaron a mediados de la temporada 2021-22. Peeters, buscando más tiempo de juego, fue cedido al Standard Liege de Bélgica. Al principio todo parecía normal, pero a finales de octubre, comenzó a sentir debilidad en las piernas y su resistencia física disminuyó drásticamente.
Peeters relató que, durante los entrenamientos, se caía repentinamente. Estos síntomas persistían fuera del campo, sintiendo descargas eléctricas en sus piernas.
El jefe médico del Standard, el Dr. Bertrand Vanden Bulck, ordenó pruebas que revelaron el diagnóstico de GBS, lo cual sorprendió a todos. Según la Clínica Mayo, la incidencia de esta enfermedad en la población general es de entre 0,4 y 3,25 casos por cada 100.000 personas. Vanden Bulck, con 20 años de experiencia en el fútbol, nunca había visto un caso de GBS.
El Dr. Michael Wilson, neurólogo y profesor de la Universidad de California en San Francisco, explicó que el síndrome de Guillain-Barré es un trastorno que ataca la cubierta de los nervios, impidiendo su correcto funcionamiento.
Después del diagnóstico, los síntomas de Peeters se intensificaron rápidamente. En cuestión de días, se encontraba hospitalizado, paralizado y en silla de ruedas.
La rehabilitación de Peeters fue un proceso gradual. Comenzó con estimulación eléctrica para reactivar los nervios y los músculos, seguido de ejercicios para fortalecer el core y mejorar la coordinación.
En el invierno siguiente, Peeters regresó a la Juventus para continuar su recuperación, pero aún quedaban muchos desafíos por superar. Necesitaba recuperar su instinto futbolístico, la velocidad de reacción y la resistencia física. Cuando comenzó a jugar partidos de práctica al final de la temporada 2022-23, notó que perdía la sensibilidad en los pies después de 60 minutos de juego.
En un intento por recuperar su nivel anterior, Peeters fue cedido al Sudtirol de la Serie B italiana para la temporada 2023-24. El 21 de octubre de 2023, casi dos años después de ser diagnosticado, jugó su primer partido oficial contra Cremonese, disputando 78 minutos en una victoria por 1-0.
Pero recuperar el 5% o 10% restante de su nivel anterior resultó ser lo más difícil. Al inicio de la temporada 2024-25, jugaba para el Juventus NextGen, el equipo de reserva del club. Peeters se sentía estancado y en enero de 2025, necesitaba un cambio.
Gian Neglia, director deportivo del Las Vegas, había seguido a Peeters durante su etapa como director deportivo adjunto en el Venezia. Cuando llegó el momento de buscar jugadores para el Lights en 2025, el nombre de Peeters surgió.
Problemas con el visado y una lesión en el tobillo han limitado a Daouda Peeters a ocho apariciones con el Las Vegas en 2025.
Aunque algunas lesiones y problemas con el visado han limitado su participación, Neglia ha quedado impresionado con el rendimiento del jugador de 26 años, especialmente por su capacidad para dar pases largos y desenvolverse en espacios reducidos.
El cambio a Las Vegas le ha dado a Peeters una nueva perspectiva sobre el fútbol y la vida. A pesar de no estar en un club de la magnitud de la Juventus, valora cada logro, como el simple hecho de volver a jugar fútbol profesional.
Para Peeters, aún hay metas por alcanzar y las logrará paso a paso.