El desempeño de Rubén Amorim al frente del Manchester United está siendo evaluado bajo la lupa de los números, y estos no favorecen al técnico portugués.
La fórmula es simple: ganar más partidos de los que se pierden, marcar más goles de los que se reciben y tomar decisiones acertadas. Sin embargo, Amorim no está cumpliendo con ninguna de estas premisas, quizás porque su esquema 3-4-3 solo ha generado problemas para un equipo en dificultades.
La directiva del United, por ahora, respalda a Amorim, creyendo que es cuestión de tiempo para que los nuevos fichajes se adapten y la confianza regrese al equipo. No obstante, los resultados son el juez final para cualquier entrenador, y Amorim no será la excepción. El tiempo podría estar agotándose para el técnico, dado que está perdiendo demasiados partidos.
- La derrota 3-1 ante el Brentford profundiza la crisis del United.
- La afición del United parece haber perdido la fe en Amorim.
- Amorim no parece preocupado por su futuro en el club.
La derrota 3-1 ante el Brentford, fue la decimoséptima derrota en la Premier League sufrida por el United en los 33 partidos dirigidos por Amorim, un rendimiento que ha generado solo 34 puntos, con un promedio de 1.03 por partido. Su porcentaje de victorias en la competición es del 27.3%, lo que lo convierte en el peor entrenador del United en la era de la Premier League, superando incluso a David Moyes.
En sus 33 partidos de liga como entrenador, el United solo ha marcado 39 goles y ha recibido 53. En todas las competiciones, ha dirigido 49 partidos, pero ha perdido más (21) de los que ha ganado (19), y su equipo ha recibido tantos goles como ha marcado (95 a favor; 95 en contra).
Además, no ha logrado victorias consecutivas en la Premier League, ni victorias como visitante desde marzo. Para añadir a su pobre registro, el United perdió contra un equipo de cuarta división por primera vez en su historia, cuando el Grimsby Town lo eliminó de la Carabao Cup el mes pasado.
Ante este panorama, la directiva del United, liderada por el CEO Omar Berrada y el director de fútbol Jason Wilcox, se enfrenta a la difícil tarea de justificar la permanencia de Amorim en el puesto.
Fuentes indican que la falta de un reemplazo creíble y disponible es un factor importante en la continuidad de Amorim. Sin embargo, también se reconoce que los resultados están muy por debajo de las expectativas y que el técnico portugués aún no ha logrado mejorar el rendimiento del equipo que heredó de Ten Hag en noviembre pasado.
El ambiente en el vestuario se ha visto afectado por los problemas fuera del campo, incluyendo recortes de personal, lo cual ha impactado en la moral del equipo. Amorim no es responsable de los errores de los entrenadores y directivos anteriores del United.
Amorim buscaba un portero experimentado para reemplazar a André Onana, pero los altos costos de fichar a Gianluigi Donnarumma o Emiliano Martínez llevaron al United a contratar a Senne Lammens.
A pesar de las declaraciones de Amorim sobre la falta de físico en el mediocampo, el United no fichó a ningún centrocampista y redujo sus opciones al ceder a Toby Collyer sin reemplazarlo.
El United invirtió más de 200 millones de libras en fichajes este verano, con la llegada de Bryan Mbeumo, Matheus Cunha y Benjamin Sesko.
Los números no mienten y el panorama es sombrío para Amorim. Su futuro en el club pende de un hilo, y una mala actuación en su próximo partido podría significar su salida.