La Liga Rebelde R360: ¿Una Amenaza para el Rugby Internacional?
Los rumores y las noticias sobre la liga de rugby R360, una competición considerada rebelde, continúan generando expectación. Se informa que la liga ha asegurado financiamiento para tres años, con la intención de comenzar en 2026. Sin embargo, la situación se ha complicado considerablemente.
Las condiciones previas al contrato establecían que la financiación debía estar lista antes del 1 de octubre. Se informó a 200 jugadores contratados que se había cumplido el plazo y que la financiación estaba en marcha. No obstante, la liga ha sufrido un duro golpe tras el anuncio de varias uniones importantes. Estas han declarado que cualquier jugador que participe en la liga rebelde no será elegible para representar a sus selecciones nacionales, lo que esencialmente los excluiría de la Copa Mundial de Rugby de 2027 en Australia.
El centro de los Wallabies, Len Ikitau, ya ha expresado su poca disposición a unirse a la competición si eso significa perderse la Copa del Mundo en su país.
Mi agente sabía que mi prioridad era quedarme en Inglaterra y darme la oportunidad de jugar para mi país y, con suerte, ir a la Copa del Mundo. La mayoría de los jugadores, cuando terminan sus contratos, tienen opciones, pero desde el principio tuve muy claro que quería quedarme en Inglaterra y estoy muy contento con mi decisión de quedarme en Northampton.
Fin Smith, medio apertura de Northampton e Inglaterra
La liga, liderada por el ex centro de Inglaterra Mike Tindall, el ejecutivo de Bath Stuart Hooper, Mark Spoors de Wasserman y el ex abogado de LIV Golf John Loffhagen, busca posicionarse por encima del rugby de clubes.
La competición planea incluir ocho equipos masculinos y cuatro femeninos, con un formato de temporada condensada. Los partidos se jugarían en eventos estilo «grand prix» alrededor del mundo, en una competición de 16 partidos.
El concepto se inspira en la Indian Premier League (IPL) y LIV Golf como disruptores deportivos. Se informa que la liga ha recibido interés de inversores de la Premier League, la Fórmula 1 y la NFL.
Financiamiento y Jugadores Objetivo
La financiación de la competición proviene de fondos de inversión dedicados al deporte y de inversión privada de Arabia Saudí, Estados Unidos y Reino Unido. Según informes, la liga ha recibido la financiación necesaria para comenzar en 2026 y aspira a ser rentable en 2027.
Jugadores de rugby y de la liga de rugby de todo el mundo han sido contactados, con ofertas de contratos que podrían alcanzar los 12 millones de dólares australianos en un período de tres años. Algunos precontratos podrían valer hasta 1,5 millones de dólares australianos.
La competición también tiene en la mira a jugadores de la NRL australiana, con Reece Walsh y Nathan Cleary en la lista. Se rumorea que otros jugadores de la NRL, como Cameron Munster, Ryan Papenhuyzen, Xavier Coates, Payne Haas, Deine Mariner, Roger Tuivasa-Sheck, Zac Lomax y Jye Gray, han sido contactados.
Haas supuestamente tenía una reunión programada con la liga en octubre para discutir un posible cambio de código, pero retrasó la reunión. La NRL ha tomado medidas extraordinarias, estableciendo prohibiciones de 10 años para cualquier jugador que se una a R360, y la misma sanción para los agentes que faciliten estos movimientos.
También se ha contactado al medio scrum francés Antoine Dupoint, así como al ex entrenador de los Wallabies y Argentina, Michael Cheika. Superestrellas de los Springboks, All Blacks y Pumas también han sido objetivo.
R360 ha declarado que su nuevo formato «reduciría en gran medida la carga de los jugadores y captaría la atención de una nueva generación de aficionados a nivel mundial».
Elegibilidad y Representación Internacional
Uno de los desarrollos más significativos para la liga es la declaración conjunta de ocho de las principales uniones de rugby (Inglaterra, Irlanda, Escocia, Francia, Italia, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica), que advierten que cualquier jugador que firme con la liga rebelde no será elegible para la selección internacional.
Las uniones acusaron a la liga de buscar beneficios para un pequeño grupo, dejando expuestas las bases del juego. Además, afirmaron no haber sido informadas de los planes de R360 en relación con el bienestar de los jugadores o cómo la competición encajaría en el calendario internacional.
La Welsh Rugby Union, aunque no firmó la declaración, afirmó que los jugadores que se unan a la liga podrían perder la elegibilidad para la selección nacional.
La liga rebelde criticó la declaración conjunta y afirmó que quiere colaborar con el calendario global.
R360 tiene planes de llevarse a cabo en lugares como el Tottenham Hotspur Stadium, el Nou Camp en Barcelona y el MorumBIS en Sao Paulo, además de Nueva York y Los Ángeles. Se espera que las franquicias estén ubicadas en Londres, Miami, Tokio, Dubái, Boston, Ciudad del Cabo, Lisboa y Madrid.
¿Cuándo y por qué se desarrolla R360?
Inicialmente, la competición apuntaba a dos ventanas de juego de abril a junio y de agosto a septiembre, pero esto ha cambiado. Ahora, la liga está decidida a comenzar en octubre de 2026. Sin embargo, esto podría retrasarse, ya que la competición aún no ha obtenido la aprobación de World Rugby.
Si bien la competición ha asegurado financiación para al menos tres temporadas, el inicio en octubre coincidiría con la nueva serie global femenina WXV, y las ediciones futuras podrían superponerse con el Rugby Championship o incluso con los partidos previos a la Copa Mundial de Rugby de 2027.
Una solicitud de aprobación oficial que debía ser discutida por el consejo de World Rugby el 23 de septiembre fue retirada, y la competición aplazó su solicitud de sanción hasta al menos junio del próximo año, lo que plantea dudas sobre si podrá lanzarse a tiempo.
El rugby en todo el mundo se enfrenta a dificultades, con al menos 12 equipos profesionales que han quebrado en los últimos años, incluyendo los Melbourne Rebels en el Super Rugby Pacific y los Wasps y Worcester RC en el Premiership. Además, siete de cada diez equipos en el Reino Unido deben más de lo que poseen.
Además, los acuerdos de transmisión, como los que se ven en Australia y el Reino Unido, han relegado al rugby detrás de un muro de pago, lo que ha reducido la participación de los espectadores.
Según Tindall, «el rugby está sintiendo las consecuencias de los últimos años con la mala gestión financiera, la disminución de la inversión en el juego de clubes y un producto que está luchando por evolucionar. Los clubes de todo el mundo están sintiendo la presión y están siendo apuntalados por el juego internacional. La falta de innovación y la capacidad de cambio del rugby corre el riesgo de perder su atractivo para nuevas audiencias y su mercado más joven».
