El Retorno a la Realidad Después del Mundial de Rugby Femenino
Tras el esfuerzo y la dedicación en el campo de juego, la capitana de Samoa, Sui Pauaraisa, se prepara para el reencuentro con sus hijos en Nueva Zelanda. Después de semanas de concentración, el regreso a casa es un momento muy esperado.
“No puedo esperar a ver a mis hijos. Solo quiero abrazarlos, quiero besarlos”, comentó Pauaraisa.
Sui Pauaraisa
El equipo de Samoa regresará a casa, cada jugadora retomando su vida cotidiana. Para Pauaraisa, esto significa volver a Auckland y luego a Christchurch para recibir a sus hijos del colegio, y el jueves, a su trabajo administrativo.
Este Mundial, más allá de la competencia, ha expuesto las desigualdades en el deporte. Mientras algunos equipos tienen recursos, otros luchan por financiarse. La esperanza reside en que este torneo impulse cambios significativos.
Las jugadoras de Inglaterra, con contratos a tiempo completo, contrastan con la situación de otros equipos. El caso de Canadá, que recurrió al crowdfunding para participar, es un ejemplo de las disparidades existentes.
La Federación Internacional de Rugby (World Rugby) financia la participación de los 16 equipos, pero la sostenibilidad financiera a largo plazo es un desafío. Se busca aumentar la inversión y el apoyo comercial para el rugby femenino.
Para muchas jugadoras, el final del torneo implica volver a sus trabajos habituales. Después de la emoción del Mundial, la realidad laboral espera a las atletas. El futuro para algunas es incierto.
La jugadora de Japón, Kanako Kobayashi, expresó que posiblemente nunca más experimentará la misma alegría que en este Mundial, mientras que otras, en la etapa final de sus carreras, se enfocan en el legado y la inspiración para las futuras generaciones.
Para Samoa, el objetivo es crecer y el nuevo calendario global les brinda una oportunidad. El entrenador Mataafa Ramsey Tomokino asumirá un nuevo rol para desarrollar el rugby en la región. Se planean competiciones para impulsar el deporte.
En Brasil, se busca consolidar el rugby femenino en Sudamérica. La meta es aumentar la cantidad de partidos y obtener más apoyo.
Para las jugadoras que continúan en la competición, la incertidumbre persiste. Sin embargo, la clasificación a los cuartos de final puede generar cambios positivos en sus países. Un ejemplo es Sudáfrica, que logró un triunfo histórico.
Las historias de inspiración abundan, unidas por el deseo de transformar el deporte femenino. Babalwa Latsha destaca la importancia de este momento para el rugby femenino sudafricano.
La jugadora estadounidense Ilona Maher seguirá de cerca el torneo, con la esperanza de que el rugby femenino alcance nuevas alturas. El Mundial ha establecido nuevos récords y ha validado los sueños de muchas jugadoras.
El Mundial de Rugby Femenino ha sido un escaparate de talento y perseverancia, con jugadoras de diversas profesiones demostrando su pasión por el deporte.