La figura de Meg Jones es sinónimo de energía y talento en el mundo del rugby. Su impacto, tanto dentro como fuera del campo, ha resonado fuertemente, ganándose el respeto y la admiración de compañeros y entrenadores.
El Motor de las «Red Roses»
El entrenador John Mitchell destaca la increíble energía de Jones, una cualidad que contagia al equipo. La capitana Zoe Aldcroft la describe como la mejor jugadora del mundo y una persona excepcional. Su desempeño en la Copa del Mundo y en el Six Nations le ha valido una nominación al premio World Rugby Player of the Year.
Jones se ha convertido en un elemento crucial para el equipo inglés, siendo una fuerza en el juego y un ejemplo de liderazgo. Su trabajo ha sido fundamental en el éxito de las «Red Roses» en los últimos meses, marcando el ritmo y motivando a sus compañeras, especialmente en momentos difíciles.
Superando Desafíos Personales
La valentía y la perspectiva de Jones sobre la vida son notables, especialmente considerando los desafíos personales que ha enfrentado. La pérdida de sus padres en un corto período fue un duro golpe, pero su respuesta refleja su fortaleza mental y su negativa a ser víctima de las circunstancias.
“Odio ser la víctima. Nunca me criaron de esa manera. Mis padres odiarían eso, así que nunca me sentaría a pedir lástima o simpatía, y a veces me ha costado dar simpatía, probablemente por mi forma de pensar. Nunca quiero que la gente se sienta mal por mí».
Meg Jones
Jones ha compartido abiertamente sus experiencias para mostrar la importancia de la vulnerabilidad y la comunicación en momentos difíciles, buscando inspirar a otros a superar sus propios desafíos. Su mentalidad se refleja en su juego, donde se enfoca en la acción y en cómo dominar cada tarea, sin perder tiempo en quejas.
Desde la Infancia al Éxito
Desde pequeña, Jones mostró su pasión por el rugby, jugando con chicos y destacando por su energía y determinación. Su estilo de juego, enérgico y sin miedo al contacto, la llevó a sobresalir en el campo y a convertirse en la jugadora que es hoy.
Jones es un ejemplo de la jugadora moderna de rugby femenino, auténtica y sin disculpas. Ahora, es una inspiración para las nuevas generaciones, que sueñan con emular a sus ídolos en el campo.
Jones recuerda el momento en que un niño quedó asombrado al ver a Ellie Kildunne después del entrenamiento. «Esos momentos creo que son muy, muy especiales».
«Ahora tienes a niños y niñas diciendo: ‘Quiero ser como Ellie, quiero ser como Meg Jones, quiero ser como Zoe Aldcroft’. Eso es realmente especial y creo que solo elevaremos el juego aún más».