La figura de Meg Jones resuena con fuerza en el mundo del rugby. Su energía contagiosa y su excepcional desempeño la han convertido en un referente, tanto dentro como fuera del campo. Próxima a la final de la Copa del Mundo contra Canadá, su impacto en el equipo es innegable.
Una Jugadora Destacada
El entrenador John Mitchell destaca su increíble energía, que motiva a sus compañeras. La capitana Zoe Aldcroft la describe como la mejor jugadora del mundo y una persona excepcional. Su rendimiento en el torneo y en el Seis Naciones le valió una nominación al premio World Rugby Player of the Year.
Jones se ha convertido en un pilar fundamental del equipo inglés. Su trabajo en el campo, tanto en el juego de contacto como en la defensa, ha sido crucial en los últimos meses. Ella establece el tono, especialmente en momentos difíciles, motivando a sus compañeras.
Una Persona Ejemplar
Más allá de su destreza en el rugby, Jones es admirada por su valentía y su actitud ante la vida. Su energía es notable, especialmente considerando los desafíos personales que ha enfrentado. La pérdida de sus padres el año pasado la marcó profundamente.
“Odio ser la víctima. Nunca me criaron así. Mis padres odiarían eso, así que nunca me sentaría a pedir lástima ni simpatía».
Meg Jones
A pesar de su fortaleza, Jones no es ajena a las emociones. Ha compartido abiertamente sus experiencias para mostrar la importancia de ser vulnerable. Su objetivo es demostrar que incluso los jugadores de rugby más fuertes enfrentan momentos difíciles. Para ella, hablar de ello puede aliviar la carga.
Su mentalidad se refleja en su juego. Ante las adversidades, no se detiene a lamentarse ni a discutir. Se enfoca en la siguiente tarea y en cómo dominarla. Esta actitud la ha acompañado desde que comenzó a jugar al rugby a los seis años, compitiendo con niños y destacando por su carácter.
Su personalidad enérgica y su amor por el juego la llevaron al rugby. Jugando con niños, podía ser ella misma y dar lo mejor de sí.
Jones representa a la perfección el espíritu del rugby femenino moderno. Auténtica y sin complejos, se ha convertido en un modelo a seguir para las nuevas generaciones de jugadoras.
La jugadora recuerda el impacto que genera en los jóvenes. El impacto de ver a Ellie Kildunne en un entrenamiento y la reacción de un niño ante la presencia de la jugadora.
Ahora, jóvenes y niñas aspiran a ser como ella y sus compañeras, lo que eleva el nivel del juego.
