Inglaterra Busca la Gloria en la Copa Mundial Femenina de Rugby: La Visión de John Mitchell
Este sábado, la selección inglesa de rugby femenino se enfrenta a un desafío crucial: ganar la Copa Mundial o volver a saborear la derrota. El entrenador en jefe, John Mitchell, ha adoptado una filosofía centrada en el proceso y en disfrutar cada momento, pero la presión es innegable.
«Si no sucede, no me va a definir», declaró Mitchell ante la posibilidad de un segundo lugar.
John Mitchell
Inglaterra llega a la final contra Canadá con una racha impresionante de 32 victorias consecutivas. Sin embargo, el fantasma de la derrota en la final anterior, donde una tarjeta roja cambió el rumbo del partido, aún persiste. Mitchell, aunque no estuvo al frente en ese momento, siente el impacto de aquella experiencia.
La clave del éxito de Mitchell reside en su enfoque: disfrutar el proceso y no obsesionarse con el resultado. Esta filosofía ha guiado a Inglaterra hacia la final y ha sido fundamental en su desarrollo como entrenador. Mitchell aprendió de sus errores, especialmente durante su etapa como entrenador de los All Blacks, donde la obsesión por ganar lo llevó a enfrentar momentos difíciles.
Después de su paso por los All Blacks, Mitchell exploró diversos escenarios en el rugby, desde Sudáfrica hasta Estados Unidos, antes de regresar a Inglaterra en 2018. En 2023, asumió el cargo de entrenador de las Red Roses, enfrentando cuestionamientos sobre su experiencia en el rugby femenino.
Mitchell ha aprendido a conectar con sus jugadoras, a construir confianza y a aprovechar al máximo el tiempo de entrenamiento. «La confianza nunca es algo dado, y se puede perder muy rápido», afirma Mitchell.
El éxito de las Red Roses conlleva un desafío único: la presión de mantener el nivel y evitar sorpresas. Aunque Mitchell fomenta el enfoque en el proceso, reconoce que el objetivo es la victoria. «Nos gusta ganar y no estamos dispuestos a renunciar a eso», asegura.
Mitchell ha logrado que sus jugadoras se enfoquen en disfrutar el momento, sin obsesionarse con el resultado. «Tenemos una nueva forma de jugar, una visión diferente que no se basa en el resultado», explica Mitchell. «Se trata de tener una experiencia realmente agradable y fenomenal».
A pesar de su enfoque en el proceso, Mitchell reconoce que la victoria es el objetivo final. «Me emociona ver a las jugadoras alcanzar su potencial», afirma. «Me emociona más que el colectivo logre sus metas». El tiempo de hablar ha terminado. El sábado, las Red Roses buscarán la gloria, y el legado de Mitchell se definirá por el resultado.