El Duro Camino de las «Holdouts» en la NFL: Perspectivas desde Adentro
En el competitivo mundo de la NFL, la negociación contractual puede llevar a situaciones tensas, y una de las más complicadas son las «holdouts». Este término se refiere a la negativa de un jugador a participar en el campo de entrenamiento o en los partidos de la temporada regular debido a desacuerdos contractuales. Alofoke Deportes te presenta una mirada profunda a este fenómeno, explorando las experiencias de jugadores, entrenadores, agentes y gerentes generales.
La historia de Walter Jones, tackle ofensivo y futuro miembro del Salón de la Fama, ilustra cómo un simple artículo de periódico cambió el curso de su «holdout» en 2002. Jones buscaba un contrato a largo plazo con los Seattle Seahawks, y tras ausentarse del campo de entrenamiento, extendió su ausencia a los dos primeros partidos de la temporada regular.
Fue al leer un periódico en su casa de Huntsville, Alabama, cuando Jones se vio obligado a firmar un acuerdo el mismo día. El artículo detallaba la cantidad de dinero que estaba perdiendo. La dura realidad de perder cheques semanales durante la temporada lo convenció de firmar la oferta de franquicia por $4.92 millones.
«El artículo decía: ‘Esto es cuánto dinero está perdiendo Walter’. Y yo pensé: ‘Espera, no quiero perder dinero’. Así que fui a firmar», relató Jones.
Walter Jones
Los «holdouts» conllevan importantes desafíos emocionales y financieros. Los jugadores se enfrentan a la incertidumbre sobre su futuro y la pérdida de tiempo con sus compañeros de equipo. Los gerentes generales lidian con la presión de los aficionados, los dueños y los entrenadores. Los agentes negocian acuerdos y manejan las emociones de los jugadores. Y, los entrenadores se ven obligados a adaptarse, esperando el regreso de sus mejores jugadores.
El agente Vince Taylor, con experiencia en múltiples «holdouts», advierte sobre la dureza de esta situación. «No presiones ese botón a menos que realmente planees llegar hasta el final», aconseja Taylor.
Con la apertura de los campos de entrenamiento de la NFL, surgen posibles «holdouts» de alto perfil, como el ala defensiva de los Cincinnati Bengals, Trey Hendrickson, y el receptor abierto de los Washington Commanders, Terry McLaurin, ambos con un año restante en sus contratos actuales.
Los «holdouts» tienen un alto costo, con multas de $50,000 por día. Aunque antes los equipos podían renunciar a estas multas, un cambio en el acuerdo de negociación colectiva de marzo de 2020 cerró esa puerta, permitiendo el alivio solo a los jugadores con contratos de novato.
Bill Polian, ex gerente general de la NFL, describe la situación como una «mordaza constante».
En el verano de 2019, el entonces entrenador de los Washington, Jay Gruden, se sintió impotente. Su trabajo estaba en juego y su equipo se recuperaba de una temporada marcada por lesiones. Además, su mejor jugador ofensivo, Trent Williams, estaba en «holdout». Gruden tuvo que lidiar con la situación de reemplazar a Williams, uno de los mejores tackles de todos los tiempos. «Es difícil porque cuentas con tus mejores jugadores para jugar», dijo Gruden.
Gruden aprendió de primera mano cuán poco poder tienen los entrenadores durante este proceso. La ausencia de Williams, sumada a las lesiones de otros jugadores, afectó el rendimiento del equipo, que terminó la temporada con un récord de 3-13.
El agente de Trent Williams, Vince Taylor, tuvo que equilibrar las emociones de su cliente con la necesidad de un enfoque empresarial. Taylor ha aprendido a gestionar las presiones familiares, de amigos, esposa, hijos y medios de comunicación que surgen durante un «holdout».
Damarius Bilbo, otro agente experimentado, destaca la importancia de la «valoración» para los jugadores. Cuando no se sienten valorados, las emociones se intensifican. «Es una batalla constante», dice Bilbo.
El ex gerente general Bill Polian describe la situación de los gerentes generales durante los «holdouts» como un «club de los que sufren». Los gerentes generales se convierten en el centro de atención, lidiando con la frustración de los aficionados, las exigencias de los agentes y las expectativas de los dueños.
Mike Tannenbaum, otro ex gerente general, enfatiza la necesidad de eliminar la emoción de las negociaciones y centrarse en los datos del mercado.
Walter Jones, a pesar de perderse campos de entrenamiento por disputas contractuales, demostró que un «holdout» no siempre significa un declive en el rendimiento. Jones mantuvo un alto nivel de juego y finalmente consiguió el contrato que deseaba.
La experiencia de Vernon Davis, quien se perdió el minicampamento obligatorio, le enseñó la frustración de perder tiempo en el campo. Jones, por su parte, aprendió que la pérdida de los cheques de juego era un factor determinante en sus decisiones.