La Dinastía Verde: Pasado, Presente y el Futuro Incierto de los Celtics
Cuatro meses antes de que la temporada se sumiera en un caos inesperado, la franquicia de los Boston Celtics se reunió en un teatro para celebrar otro campeonato. La atmósfera, impregnada de historia y mística, recordaba a las reuniones de alta sociedad donde se reunían testigos y sacerdotes de un pasado glorioso. Bill Russell, Jayson Tatum y Jaylen Brown eran figuras centrales en esta celebración, rodeados de leyendas y personalidades del baloncesto.
El evento principal era el estreno de la serie documental de HBO, «Celtics City», que narraba la historia de Boston a través de su equipo de baloncesto. Sam Cassell, quien ganó un título como guardia suplente en 2008 y otro la temporada pasada como asistente técnico, compartía el ambiente con jugadores y personal de diferentes generaciones. «¡Esto es un estilo de vida!», exclamó Cassell, resaltando la trascendencia de ser un Celtic.
La celebración giraba en torno al trofeo Larry O’Brien de 2024, un símbolo brillante de la gloria de la temporada anterior. Tatum, como heredero principal, se enfrentaba al dilema de honrar el pasado y enfocarse en el futuro. La tradición, aunque vital, también conlleva cargas. El equipo actual, con dos finales y un campeonato, sentía la presión del tiempo debido al nuevo acuerdo de negociación colectiva de la NBA, diseñado para prevenir dinastías.
En el vestíbulo del teatro, Wyc Grousbeck, propietario de los Celtics, se encontró con Mal Graham, un juez estatal retirado y bicampeón con los Celtics. Ambos compartieron risas y compararon sus anillos, un símbolo de diferentes épocas de éxito. La conversación se centró en la posibilidad de que los Celtics no lograran títulos consecutivos desde 1969, el último año de Bill Russell. Nueve equipos diferentes han logrado esta hazaña desde entonces.
En la actualidad, solo dos hombres, Bob Cousy y Satch Sanders, sobreviven de aquella época dorada. Cousy, con seis anillos, y Sanders, con ocho, son pilares de la cultura Celtics. Brad Stevens, presidente de operaciones de baloncesto de los Celtics, reconoce la importancia de estos íconos. Las llamadas de Cousy aún provocan reacciones, y su legado sigue vivo.
Cousy y Sanders, a menudo bromean sobre la muerte, recordando a sus compañeros y la efímera naturaleza de la vida. Sanders, en particular, enfrenta la tristeza de la pérdida y reflexiona sobre el paso del tiempo. Su apartamento, lleno de recuerdos, es un testimonio de su vida y de la importancia de vivir el presente.
Después de un año siguiendo el intento de los Celtics de repetir como campeones, el equipo se enfrentaba a un final incierto. Las derrotas y la lesión de Jayson Tatum agregaban incertidumbre a la temporada. La pregunta era: ¿cuánto tiempo estaría fuera Tatum? ¿Volvería a ser el mismo? La venta del equipo también generaba preguntas sobre el futuro. El equipo estaba en una encrucijada, con el pasado glorioso y el futuro incierto.
Ted Tye, un aficionado de los Celtics, salvó el marcador original del Garden. Este símbolo, que presenció los últimos títulos de Bill Russell, se exhibe ahora en un nuevo edificio. La leyenda de los Celtics está arraigada en muchos aspectos de la vida de Tye y de la ciudad, y todos esperaban el regreso triunfal de Tatum.
El 22 de octubre de 2024, los Celtics presentaron los anillos de campeonato y levantaron el decimoctavo estandarte de la franquicia. Bob Cousy, en silla de ruedas, fue el centro de la ceremonia. Los campeones del pasado se reunieron en la cancha, cada uno reconocido como miembro de la realeza. La multitud coreó «COOZ», celebrando el legado de Cousy, quien fue el único jugador en ver izar los dos primeros y los más recientes estandartes de los Celtics.
Satch Sanders relata una anécdota sobre Cousy y la realeza británica, mostrando el respeto que la franquicia tiene por sus leyendas. Sanders reflexiona sobre el envejecimiento y la disminución de las capacidades físicas, compartiendo las dificultades de la edad. La conversación refleja la realidad de una vida dedicada al baloncesto y la nostalgia del pasado.
La imagen de Sanders en una foto, con Wilt Chamberlain a punto de «posterizarlo», evoca recuerdos y risas. El apartamento de Sanders es un reflejo de su vida, con fotos y objetos que evocan su historia y su amor por el juego.
La camaradería de los Celtics de los años 50 y 60, contada en libros y memorias, revela una hermandad duradera. Russell y Cousy, aunque no siempre de acuerdo, compartieron un vínculo inquebrantable. Los jugadores se apoyaban mutuamente, con anécdotas que resaltan su unión, desde las travesuras en giras internacionales hasta las bromas en el vestuario.
La partida de Cousy como jugador en 1963 fue un momento emotivo. La ceremonia del «Día de Bob Cousy» fue un evento conmovedor, con el propietario Walter Brown destacando el compromiso de Cousy con el equipo. Russell, en un gesto de respeto, le regaló un reloj de escritorio grabado con un mensaje de afecto. La escena final es un testimonio de la amistad y el legado de estos jugadores.
Jayson Tatum, en el Auerbach Center, busca la perfección. El esfuerzo por ser el mejor es un camino solitario, donde se entrelazan el pasado y el futuro de los Celtics.
