CHARLOTTE, N.C. – La batalla legal entre NASCAR y dos de sus equipos ha resurgido en los tribunales, tras dos días fallidos de mediación. La audiencia, que incluyó la reacción de incredulidad del propietario del equipo Michael Jordan ante ciertos testimonios, marca un punto álgido en la disputa antimonopolio, a medida que se acerca el juicio.
La audiencia de hoy confirmó los hechos de las prácticas monopolísticas de NASCAR y reveló a NASCAR tal como es: matones vengativos que prefieren centrarse en ataques personales y distraer de los hechos.
Jeffrey Kessler, representante de los dos equipos
La demanda, presentada hace un año por 23XI Racing, copropiedad de Jordan y Denny Hamlin, ganador tres veces de la Daytona 500, y Front Row Racing, propiedad de Bob Jenkins, se centra en los acuerdos de franquicia de NASCAR. Estos acuerdos son cruciales, ya que garantizan ingresos y acceso a las carreras semanales. Sin ellos, ambos equipos afirman que, probablemente, tendrían que cerrar.
A pesar de los llamados de otros equipos a un acuerdo, las tres sesiones de mediación no han logrado avances. El juicio está programado para el 1 de diciembre.
La mediación, dirigida por el juez de distrito de EE. UU. Kenneth Bell y Jeffrey Mishkin, ex vicepresidente ejecutivo y director jurídico de la NBA, comenzó con agradecimientos por la buena fe de ambas partes. NASCAR busca que Bell desestime la demanda, mientras que la audiencia se centró en el intento de la serie de limitar los daños que los dos equipos reclaman.
NASCAR acusó a 23XI y FRM de manipulación y «comportamiento de cártel», pero tuvo dificultades para sustentar sus argumentos durante la audiencia. La serie intentó argumentar que los equipos son libres de competir en IndyCar y F1, pero no mencionó las dificultades para ingresar a la F1 ni el menor valor financiero de IndyCar.
Los expertos encontraron que el premio en metálico y las audiencias de televisión (de IndyCar) eran demasiado bajos para convertirlos en un equipo de ligas menores. Michael Jordan, si le pones una pistola en la cabeza y le dices que tiene que unirse a IndyCar, más le vale que sea una pistola bastante grande.
Jeffrey Kessler
La postura de NASCAR fue recibida con escepticismo por parte de Jordan y Hamlin, quienes reaccionaron visiblemente ante las afirmaciones de la serie. Los acuerdos de franquicia originales, que duraron de 2016 a 2020, se renovaron automáticamente hasta el 31 de diciembre de 2024. 23XI y FRM compiten como equipos «abiertos» mientras el caso continúa.
Kessler argumentó que los daños en el caso deberían remontarse a la temporada 2021 debido a elementos de exclusión que, según él, impiden a los equipos de NASCAR competir en otras series. NASCAR concedió que había al menos un elemento de exclusión en el acuerdo de franquicia que comenzó en 2021.
El juez Bell, tras escuchar el testimonio de testigos expertos, programó dos fechas adicionales en noviembre, dos semanas después de que Hamlin compita por el título de la Copa en las afueras de Phoenix.
