Denny Hamlin y el Futuro de NASCAR: Un Juicio que Sacude el Mundo del Automovilismo
El esperado juicio antimonopolio contra NASCAR, que comenzó este lunes, ha generado gran expectación en el mundo del deporte motor. Denny Hamlin, tres veces ganador de la Daytona 500 y co-propietario de 23XI Racing junto a Michael Jordan, fue el primer testigo en un caso que podría redefinir la estructura de la prestigiosa serie de carreras de autos.
La demanda presentada por 23XI Racing y Front Row Motorsports acusa a NASCAR de prácticas monopolísticas, argumentando que las reglas y el financiamiento impuestos a los equipos son injustos y restrictivos. La presencia de Michael Jordan en la sala del tribunal ha añadido un elemento de interés adicional al caso.
El juicio podría redefinir la estructura de la prestigiosa serie de carreras de autos.
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Hamlin, visiblemente emocionado, rompió en llanto durante su testimonio al recordar sus inicios en el automovilismo y las dificultades que enfrentó. Reveló que la decisión de entrar en el mundo de las carreras fue crucial en su juventud. Además, destacó la importancia de su asociación con Michael Jordan, afirmando que sin él, el éxito de 23XI Racing sería inalcanzable.
El testimonio de Hamlin buscaba ilustrar los desafíos que enfrentan tanto los propietarios de equipos como los pilotos en el deporte de élite. Según Hamlin, la asociación con Jordan fue fundamental para el éxito de 23XI, que ha logrado generar ganancias en todas sus temporadas, excepto una.
El abogado de Hamlin, Jeffrey Kessler, señaló que el equipo de Bob Jenkins, Front Row, no ha obtenido ganancias desde su inicio en 2004. Además, destacó un estudio encargado por NASCAR que revela que el 75% de los equipos sufrieron pérdidas en 2024. Se estima que en un período de tres años, se pagaron casi $400 millones al France Family Trust.
En el centro de la disputa se encuentra el modelo de reparto de ingresos de NASCAR, que 23XI y Front Row consideran desfavorable para los equipos, que a menudo operan con pérdidas. Hamlin testificó que el costo de llevar un solo automóvil a la pista durante una temporada de 38 carreras asciende a $20 millones, sin incluir gastos operativos.
El acuerdo de estatutos firmado para este año, que originó la demanda, garantiza a los equipos $12.5 millones en ingresos anuales por automóvil con estatuto. NASCAR argumenta que esto representa un aumento con respecto a los $9 millones del acuerdo anterior. Sin embargo, Hamlin señaló que 11 de los primeros 19 equipos con estatuto ya no están en funcionamiento.
Hamlin reveló que 23XI adquirió sus tres estatutos de equipos que dejaron de operar, pagando $4.7 millones por el primero, $13.5 millones por el segundo y $28 millones por el tercero, adquirido a finales del año pasado. Reconoció que la compra del tercer estatuto fue arriesgada debido al litigio en curso, pero necesaria para consolidar a 23XI como un equipo de primer nivel.
El sistema de estatutos asegura un lugar en cada carrera y un porcentaje de las ganancias, además de proporcionar a los propietarios de equipos un activo para vender si desean retirarse del negocio. Los abogados de NASCAR argumentan que este sistema ha generado $1.5 mil millones en capital para los 36 equipos con estatuto. Antes de este sistema, los equipos corrían «abiertos», sin garantía de participar ni de recibir ingresos.
El caso ha sido objeto de audiencias y debates durante más de un año, a pesar de los intentos de otros equipos de NASCAR por llegar a un acuerdo. Una victoria para NASCAR podría significar la desaparición de 23XI, Front Row y sus seis automóviles combinados, mientras que una victoria para los equipos podría resultar en daños monetarios y una reestructuración significativa de NASCAR.
La presencia de Michael Jordan en la sala del tribunal fue un factor significativo, con varios candidatos a jurado descartados debido a su parcialidad. Entre los ejecutivos de NASCAR presentes se encontraban Jim France y Lesa France Kennedy, miembros de la familia fundadora de NASCAR.
Hamlin reanudará su testimonio el martes por la mañana. El comisionado de NASCAR, Steve Phelps, el propietario minoritario de 23XI, Curtis Polk, y otros altos ejecutivos tuvieron que abandonar la sala del tribunal después de los argumentos iniciales, ya que son posibles testigos.
