San Francisco. Los Golden State Warriors sufrieron una nueva derrota ante los Minnesota Timberwolves (117-110) en el Chase Center, evidenciando la significativa ausencia de Stephen Curry. Los Timberwolves, sin embargo, se mantienen firmes en las semifinales del Oeste, colocándose 3-1 y con la posibilidad de cerrar la serie en su cancha.
La baja de Curry, quien se lesionó los isquiotibiales en el primer encuentro de la eliminatoria (el único que los Warriors ganaron hasta ahora), ha dejado al equipo sin su principal referencia. Minnesota ha sabido capitalizar esta situación, mostrando solidez y determinación, con Anthony Edwards como figura clave.
Edwards brilló nuevamente en San Francisco, acumulando 30 puntos, 4 rebotes, 5 asistencias y 2 robos en 33 minutos de juego. Julius Randle aportó con 31 puntos y cuatro triples, contribuyendo a los 16 aciertos de los Wolves desde la línea de tres, el doble que su rival.
Por parte de los Warriors, las soluciones escasearon. Jonathan Kuminga lideró la anotación con 23 puntos desde el banquillo. Jimmy Butler y Draymond Green, ambos con 14 puntos, tuvieron un rendimiento discreto, y el equipo sintió la falta del aporte ofensivo de Curry.
El momento crucial del encuentro se dio tras el descanso, con un parcial de 17-0 a favor de Minnesota, que desestabilizó por completo a Golden State. Edwards, imparable en el tercer cuarto con 16 puntos, fue decisivo, llevando a su equipo a una ventaja de 20 puntos al inicio del último período.
Con este resultado, los Warriors enfrentan una situación crítica. Con tres derrotas consecutivas y su estrella fuera de juego, necesitan un desempeño excepcional para continuar en los playoffs. Mientras tanto, Minnesota se acerca a la posibilidad de regresar a las finales del Oeste, algo que no logran desde 2004.
