La suspensión de Jassel Pérez: una llamada de atención con oportunidades
La Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) ha tomado una decisión que ha generado debate: la suspensión indefinida de Jassel Pérez del programa de selecciones nacionales. Más allá de la controversia, esta medida pone de manifiesto una situación que va más allá del ámbito deportivo, exponiendo la necesidad de apoyo integral para el joven talento.
Jassel Pérez, a sus 24 años, es considerado uno de los prospectos más prometedores del baloncesto dominicano. Su talento natural, combinado con cualidades físicas notables, le ha permitido destacar en diversas competiciones. Sin embargo, su comportamiento, tanto dentro como fuera de la cancha, ha afectado la confianza de entrenadores, directivos y aficionados, lo que ha llevado a esta sanción.
Esta sanción debe ser vista como una oportunidad. No se trata simplemente de un castigo, sino de una llamada de atención que busca el rescate del jugador. La meta no es destruir su carrera, sino ayudarlo a encaminar su vida.
Talento en riesgo: una situación delicada
La historia del deporte está llena de casos de promesas que no lograron alcanzar su potencial debido a la falta de apoyo emocional y orientación. Jassel Pérez se encuentra en una situación similar. Actitudes impulsivas, conflictos disciplinarios y decisiones incorrectas han afectado su trayectoria.
En lugar de críticas, es momento de mostrar empatía. Es probable que Jassel, como muchos jóvenes, haya crecido en un entorno complejo, sin la preparación emocional necesaria para manejar la presión, la fama y las expectativas asociadas a una figura deportiva en ascenso.
Responsabilidad compartida: un llamado a la acción
Es fundamental reconocer que existe una responsabilidad colectiva. Con frecuencia, los jóvenes deportistas son expuestos a la élite sin la preparación adecuada. Equipos, ligas, federaciones y agentes deben asumir su rol como formadores integrales.
Jassel Pérez necesita apoyo psicológico y terapéutico, mentores y un sistema de apoyo que lo ayude a recuperar su equilibrio emocional y su enfoque deportivo. Aún hay tiempo para que este momento se convierta en un punto de inflexión en su carrera.
Un futuro por construir
A sus 24 años, muchos atletas están comenzando a alcanzar su madurez competitiva. Si Jassel logra transformar esta situación, puede reconstruir su camino y regresar con mayor madurez a la cancha y a la selección nacional.
FEDOMBAL, los clubes, el Ministerio de Deportes y el sector privado deberían unirse para diseñar un plan de rehabilitación y desarrollo personal. La sanción debería ser el inicio de un proceso de recuperación.
Una lección para todos
El caso de Jassel Pérez debe servir como advertencia para otros jóvenes atletas: el talento no es suficiente. La disciplina, la actitud, la humildad y el autocontrol son esenciales.
Las federaciones y entrenadores deben priorizar la salud mental, crear programas de desarrollo psicológico y emocional, y ofrecer espacios seguros para que los atletas expresen sus luchas internas.
Conclusión: el futuro en sus manos
Jassel Pérez aún tiene la oportunidad de escribir una gran historia, de redención y madurez. Para lograrlo, debe reconocer su problema, aceptar ayuda y comprometerse con su transformación personal.
La sociedad debe ofrecer apoyo y comprensión. Que esta sanción sea el inicio de una nueva etapa. El talento de Jassel no está en duda. Lo que está en juego es su futuro como profesional y como ejemplo para las futuras generaciones. El momento de actuar es ahora.
