San Francisco, Boston – Los Medias Rojas de Boston han sorprendido al mundo del béisbol al concretar el traspaso del antesalista dominicano Rafael Devers a los Gigantes de San Francisco, marcando el fin de una era en Fenway Park. Este movimiento no solo tiene implicaciones deportivas, sino también financieras.
El acuerdo, según fuentes, involucra al lanzador derecho Jordan Hicks y otros jugadores aún por confirmar que se unirán a los Medias Rojas. El cambio fue descrito como un «blockbuster inesperado», tanto por el talento involucrado como por su carácter sorpresivo en la temporada.
Una cláusula poco común pero poderosa
En 2023, Devers firmó una extensión de contrato por 11 años y 331 millones de dólares con Boston, que incluía una cláusula de protección personal inusual. Si era traspasado antes de finalizar el contrato, recibiría un bono compensatorio de 2 millones de dólares, condición que se ha activado con su salida a San Francisco.
Este tipo de cláusulas no son comunes en las Grandes Ligas, pero demuestra la importancia que tenía Devers dentro de la organización, convirtiéndose en el rostro principal del equipo tras las salidas de figuras como Mookie Betts y Xander Bogaerts.
Fin de una era en Boston
Rafael Devers, de 28 años, debutó en 2017 y rápidamente se consolidó como una de las principales armas ofensivas de los Red Sox. Participó en dos Juegos de Estrellas, superó los 170 cuadrangulares con el uniforme de Boston y fue clave en la conquista de la Serie Mundial de 2018.
Su traspaso refleja la reestructuración del conjunto de Boston, que ha dado señales de priorizar el desarrollo de su talento joven. La decisión ha generado fuertes reacciones entre los fanáticos, quienes no esperaban despedirse tan pronto de uno de sus ídolos.
Para los San Francisco Giants, la llegada de Devers representa una apuesta audaz por regresar al protagonismo en la Liga Nacional. El equipo suma a su plantilla a un bateador zurdo de élite con contrato asegurado hasta 2033.
Los Giants aseguran estabilidad a largo plazo en una posición clave como la tercera base, lo cual podría ser el impulso que necesitan para retomar el camino competitivo en una división exigente.
Perspectiva dominicana
Este traspaso también es noticia para la República Dominicana, país natal de Devers. El tercera base oriundo de Sánchez, Samaná, se ha convertido en uno de los peloteros dominicanos mejor pagados y más consistentes de la última década, y su traslado a la costa oeste de Estados Unidos no hará más que aumentar su perfil en el escenario global del béisbol.
Se espera que en las próximas horas ambas organizaciones ofrezcan declaraciones oficiales sobre el traspaso y presenten a Devers con su nuevo uniforme.
