El comisionado de la Major League Baseball (MLB), Rob Manfred, ha tomado una decisión trascendental: retirar a Pete Rose, «Shoeless» Joe Jackson y otros jugadores fallecidos de la lista de «inelegibles permanentes» del béisbol. Esta medida abre la puerta a la posible inducción de estas leyendas al Salón de la Fama, reconociendo sus logros en el campo.
Esta reversión de política, anunciada el martes, elimina las prohibiciones para Rose, quien apostó en partidos mientras dirigía a los Cincinnati Reds, y para miembros de los Chicago White Sox de 1919, involucrados en el arreglo de la Serie Mundial, entre otros.
La MLB argumenta que la inhabilitación era irrelevante una vez que los jugadores habían fallecido. La principal consecuencia de la prohibición era impedir su entrada al Salón de la Fama, conocido oficialmente como el «Salón de la Fama y Museo Nacional de Béisbol».
Los museos, por su naturaleza, están destinados a relatar la historia, y la historia del deporte, como cualquier otra, está llena de matices. No deberían limitarse a una versión edulcorada y aprobada, ni permitir que consideraciones externas eclipsen los logros deportivos.
Si bien las acciones de Rose y otros jugadores fueron incorrectas, y merecieron las sanciones pertinentes, sus logros en el campo son innegables. El récord de 4,256 hits de Rose, sus tres títulos de la Serie Mundial y su premio MVP, son solo algunos ejemplos de su impacto en el juego.
El escándalo de apuestas de Rose y sus problemas legales posteriores forman parte de su historia. El Salón de la Fama debería acoger a estas figuras, presentando tanto sus éxitos como sus errores, para que el público pueda formarse su propia opinión.
La política de la MLB, al usar la exclusión del Salón de la Fama como elemento disuasorio, era errónea. Un museo debe relatar la historia, y la inducción al Salón debe ser para los mejores jugadores, sin importar sus controversias.
Manfred, sin embargo, aún no está dispuesto a eliminar la lista de inelegibles para aquellos que aún viven, buscando disuadir a los jugadores actuales. El Salón ya alberga a figuras con conductas cuestionables, y sus fallas personales forman parte de su historia.
La historia del béisbol incluye figuras con un impacto más perjudicial en la integridad del juego que las apuestas, como aquellos que se opusieron a la integración racial. La opinión pública y las realidades comerciales han cambiado, y actualmente existen casas de apuestas en los estadios de la MLB.
Es hora de contar la historia completa del béisbol, con sus mejores jugadores, equipos y relatos, sin importar cuán controvertidos sean.
