El cierre llegó con una recta en la zona baja, marcando el ponche a Rafael Devers. Este fue el primer out del quinto episodio y posiblemente el último lanzamiento de Clayton Kershaw en el Dodger Stadium.
Kershaw, quien anunció su retiro al final de la temporada, se despidió con abrazos de los jugadores de cuadro al ver a Dave Roberts, el mánager de los Dodgers, salir del dugout para sacarlo de su última apertura en casa de temporada regular. Roberts, su mánager durante los últimos 10 años, le dio la mano a Kershaw, lo abrazó, compartió algunas palabras y luego presenció cómo el lanzador zurdo, que seguramente entrará al Salón de la Fama, recibía una atronadora ovación de pie de la multitud.
Kershaw levantó su gorra hacia los fanáticos, abrazó a sus compañeros en el dugout y luego salió una vez más para un saludo.
Kershaw, de 37 años, no tuvo su mejor desempeño en este encuentro contra los Gigantes de San Francisco. Concedió cuatro bases por bolas, se enfrentó a varios turnos al bate prolongados y permitió un par de carreras. Sin embargo, como ha hecho con frecuencia en los últimos años, encontró la manera de navegar en el juego y dejó a su equipo con la posibilidad de ganar.
La noche comenzó con Kershaw solo en el montículo. Sus compañeros se quedaron en el dugout brevemente, queriendo dar a Kershaw y a los fanáticos de los Dodgers un momento para ellos. Kershaw los instó a regresar al campo y permitió un jonrón de Heliot Ramos en su tercer lanzamiento del juego. Lanzó 23 lanzamientos en la primera entrada, luego se recuperó tras una base por bolas y un error.
Hizo algo similar en la segunda, otorgando un par de bases por bolas con un out antes de inducir un par de elevados de infield. Y en la tercera, que contó con un doble de Matt Chapman y un sencillo impulsador de Wilmer Flores. Y en la cuarta, donde se recuperó de un hit inicial. Pero limitó el daño.
Kershaw terminó la parte alta de la cuarta al ponchar a Willy Adames, finalizando un turno al bate de nueve lanzamientos y elevando su conteo de lanzamientos a 86. Roberts ni siquiera lo miró cuando se acercó al banquillo, queriendo darle a Kershaw un último bateador para que pudiera sacarlo a mitad de la entrada. Llegó en la forma de Devers, uno de los bateadores más peligrosos del deporte. Kershaw lo retiró con su lanzamiento número 91, un final apropiado para lo que podría ser el final de su carrera en el Dodger Stadium.
Poco después, Kershaw celebró mientras Shohei Ohtani y Mookie Betts conectaban jonrones consecutivos para darle a los Dodgers una ventaja de tres carreras en la parte baja de la quinta.
Kershaw está programado para hacer una apertura más de temporada regular la próxima semana. Pero dada la profundidad y el talento en la rotación de los Dodgers, su papel en la lista de postemporada del equipo es muy incierto.
En una carrera de 18 años que transcurrió por completo en Los Ángeles, Kershaw ganó tres premios Cy Young y un MVP, acumuló 222 victorias en temporada regular, a 11 de Don Sutton para el récord de la franquicia, y tiene una efectividad de por vida de 2.54, que es la segunda más baja entre aquellos que han lanzado al menos 1,500 entradas en la era de la pelota viva. Su apertura del viernes contó con la presencia del mariscal de campo de Los Angeles Rams, Matthew Stafford, su amigo de la infancia, y varios excompañeros de equipo, incluidos Austin Barnes, Russell Martin, Jimmy Rollins, Trayce Thompson, A.J. Pollock y Andre Ethier.
Ethier estaba en la alineación titular cuando Kershaw hizo su debut en las Grandes Ligas en el Dodger Stadium el 25 de mayo de 2008, y terminó con el hit ganador.
Diecisiete años después, presenció lo que podría haber sido su última aparición en el Dodger Stadium.
