La Ryder Cup, a menudo definida por el ambiente local y el apoyo de la afición, alcanza su máxima expresión con las victorias logradas en territorio hostil. Estas conquistas, lejos de casa, son las que perduran en la memoria.
Este año, Luke Donald regresa como capitán de Europa con un equipo considerado por muchos como uno de los más fuertes de la historia, con la mira puesta en una victoria trascendental en suelo estadounidense. La historia indica un desafío en Bethpage Black, ya que Europa solo ha logrado cuatro victorias en territorio estadounidense contra el Team USA.
Triunfos Épicos en la Ryder Cup: Cuando Europa Conquistó América
Cada victoria europea en suelo estadounidense ha sido marcada por la emoción, héroes inesperados y un impacto duradero.
1987: Muirfield Village, Ohio
En 1987, la Ryder Cup se disputó en Muirfield Village, el campo de Jack Nicklaus. Pocos fuera del equipo europeo creían en la posibilidad de una victoria a domicilio. Estados Unidos mantenía un récord invicto de 13-0 en casa durante seis décadas. Sin embargo, el equipo de Tony Jacklin tenía otros planes.
Liderados por Seve Ballesteros y Nick Faldo, Europa tomó la delantera el primer día, ganando los cuatro partidos de la tarde y ampliando la ventaja a 10½-5½ el sábado. La presión del domingo y la reacción estadounidense no detuvieron a los europeos, quienes mantuvieron su ventaja. Eamonn Darcy aseguró la victoria con un triunfo sobre Ben Crenshaw, y Ballesteros selló el triunfo con un putt decisivo.
Europa demostró que podía competir y conquistar en cualquier lugar.
1995: Oak Hill Country Club, Nueva York
En 1995, la Ryder Cup ya no era un asunto unilateral estadounidense, pero las victorias en Estados Unidos seguían siendo raras y veneradas. Europa llegó a Rochester bajo la dirección de Bernard Gallacher. A pesar de la inexperiencia del equipo estadounidense, Europa contaba con figuras destacadas como Nick Faldo, Bernhard Langer y Colin Montgomerie.
Estados Unidos lideraba 9-7 antes de los individuales del domingo. Lo que siguió fue un domingo memorable para Europa, que logró 7½ de los 12 puntos individuales en juego, asegurando la victoria 14½-13½. Philip Walton, un novato irlandés, mantuvo la calma y aseguró el punto crucial.
Los europeos cumplieron en el momento más importante.
2004: Oakland Hills Country Club, Michigan
En Oakland Hills en 2004, el resultado final nunca pareció estar en duda. Europa, liderada por Langer, superó a Estados Unidos desde la primera sesión. El marcador de 18½-9½, un récord en ese momento para un equipo europeo, apenas reflejó la magnitud de su victoria.
Europa dominó casi todas las sesiones. El marcador fue 6½-1½ al final del viernes y 11-5 después de dos días. Estados Unidos solo ganó cuatro partidos individuales el domingo. Fue un triunfo rotundo.
Cada jugador europeo contribuyó al marcador, un símbolo de unidad. Figuras como Sergio Garcia y Lee Westwood fueron sobresalientes, pero fue el esfuerzo colectivo lo que abrumó a Estados Unidos.
2012: Medinah Country Club, Illinois
Pocas remontadas deportivas se comparan con la de Europa en Medinah. Perdiendo 10-6 al inicio del último día, el equipo de José María Olazábal parecía derrotado. Sin embargo, Ian Poulter encendió la chispa, y el domingo, los jugadores europeos comenzaron a cambiar los resultados uno por uno.
Donald marcó el tono, McIlroy cumplió, y Justin Rose logró un final espectacular. Martin Kaymer aseguró la victoria con un putt decisivo. Cuando Tiger Woods falló un putt corto, la victoria fue para Europa.
Ganaron 8½ de los 12 puntos individuales, sellando una victoria de 14½-13½. Olazábal dedicó la victoria a su difunto amigo, Seve Ballesteros. La mayor remontada de la Ryder Cup, el Milagro de Medinah, se había completado.