En la semana de la Ryder Cup, el campo de prácticas del Bethpage State Park se convirtió en un escenario único. Bryson DeChambeau, con el rostro enrojecido, se dedicó a lanzar bolas al cielo de Long Island, buscando alcanzar una velocidad de 200 mph. El público, ávido de espectáculo, observaba cada movimiento del golfista, quien parecía alimentarse de la energía de la multitud.
Rory no puede hacer eso, ¡Bryson!
Un fanático
La pantalla gigante mostraba la distancia y velocidad de cada golpe, añadiendo dramatismo a cada swing. El ambiente se encendía con cánticos de «USA», mientras DeChambeau, sonriendo y encogiéndose de hombros, lograba alcanzar las 200 mph y un recorrido de 361 yardas. Xander Schauffele describió a DeChambeau como un «gladiador del golf», perfecto para este escenario.
La Ryder Cup ofrece un escenario ideal para la personalidad de DeChambeau, combinando la teatralidad y el carisma de una estrella de rock. Schauffele cree que DeChambeau podría ser la clave para el equipo estadounidense, gracias a su conexión con los fanáticos y su estilo de juego. En 2021, su impacto en la primera tee en Whistling Straits fue notable, y desde entonces, su popularidad ha crecido, a pesar de su paso por LIV y su ausencia en la Ryder Cup de 2023.
Aunque algunos consideran que su enfoque es oportunista, DeChambeau ha demostrado ser un showman que sabe cómo cautivar al público. Russell Henley lo describe como un jugador «explosivo», y su estilo de juego, con sus potentes drives y su lenguaje corporal expresivo, lo hace sumamente atractivo. El capitán del equipo estadounidense, Keegan Bradley, valora la energía que DeChambeau aporta, aunque reconoce la importancia de gestionarla.
A pesar de su récord en la Ryder Cup (2-3-1), la expectativa sobre su desempeño es alta. Scottie Scheffler lo considera un «gran compañero». DeChambeau ha practicado con Ben Griffin, Cam Young y Justin Thomas, con Griffin como posible pareja debido a su confianza y conexión con el público.
Espero poder aportar mucha energía y un tsunami de aficionados animando al equipo de EE. UU.
Bryson DeChambeau
En la práctica, DeChambeau interactuó con los fanáticos, golpeando bolas con fuerza y pidiendo a los miembros del equipo que verificaran si llegaban al green. El caddie de DeChambeau, Greg Bodine, reveló que la distancia necesaria era de 360 yardas. Aunque solo una de sus siete bolas llegó al green, el espectáculo fue suficiente para el público. El viernes, en el inicio de la Ryder Cup, se espera que el espectáculo de DeChambeau alcance su máximo esplendor.
La gente lo adora. Estoy emocionado de verlo en acción esta semana.
Scottie Scheffler