El Descenso de Hamilton: ¿Fin de una Era Dorada en Ferrari?
La llegada de Lewis Hamilton a Ferrari generó una expectación sin precedentes. La imagen del siete veces campeón mundial de Fórmula 1, con su nuevo mono rojo, junto a su compañero Charles Leclerc y el jefe del equipo Frédéric Vasseur, fue un momento icónico. La afición esperaba el inicio de una nueva era, pero la realidad ha resultado ser mucho más sombría.
El ambiente en Ferrari durante la presentación del monoplaza para la temporada fue eufórico. Hamilton, tras su cambio desde Mercedes, parecía revitalizado. La unión del piloto más laureado con el equipo más emblemático del deporte prometía romper una sequía de títulos que se extendía desde 2008. El propio Hamilton se mostraba «invigorado» por el desafío, confiado en el rendimiento del nuevo coche tras las pruebas en Fiorano.
Sin embargo, la euforia inicial ha dado paso a la decepción. Lo que prometía ser un éxito rotundo se ha transformado en una sombra de lo que se esperaba. El rendimiento de McLaren ha superado las expectativas, y los resultados de Ferrari, con una victoria en la carrera sprint de China y algunos podios de Leclerc, son escasos en comparación con las expectativas.
La situación de Hamilton ha empeorado notablemente. Sus comentarios en Budapest, donde se calificó a sí mismo de «absolutamente inútil», han encendido las alarmas. El piloto, conocido por su profesionalismo, parecía resignado, incluso sugiriendo que el equipo «necesitaba cambiar de pilotos».
Después de terminar en el puesto 12, su estado de ánimo no mejoró. «Hay muchas cosas pasando en segundo plano… que no son buenas», dijo de forma críptica. Ante la pregunta sobre el Gran Premio de Holanda, respondió con un incierto «Espero volver, sí». La carrera de casa de Ferrari, el Gran Premio de Italia en Monza, llegaba una semana después.
Ante esta situación, es difícil creer lo rápido que han cambiado las cosas. Si bien Hamilton ha dicho repetidamente que su enfoque es estar completamente integrado para el cambio de reglamento de 2026, no está hablando ni conduciendo como un hombre capaz de afrontar ese desafío si eso sucede.
La situación de Leclerc tampoco fue ideal. Aunque logró la pole position, su carrera fue un reflejo de la frustración que vive el equipo. Sus mensajes por radio evidenciaron la pérdida de competitividad del coche. A pesar de esto, Leclerc intentó restar importancia a sus críticas, pero la dinámica de criticar y retractarse ya es conocida.
La imagen de Hamilton, derrotado, es preocupante. Sus comentarios parecen indicar que está considerando tirar la toalla. Toto Wolff, jefe de Mercedes, reconoció la transparencia emocional de Hamilton, pero también su tendencia a la autocrítica.
La pregunta ahora es si Hamilton, con todo su talento y experiencia, aún cree en su capacidad para ganar con Ferrari. De todas las preocupaciones en Ferrari, esa podría ser la más alarmante.
Lewis Hamilton parecía un hombre derrotado después del Gran Premio de Hungría del domingo, en el que terminó en un discreto puesto 12.