Shakur Stevenson: La Encrucijada del Boxeo Moderno
A sus 28 años, Shakur Stevenson se encuentra en la víspera de su combate más importante, pero ya no es el «niño» del boxeo. A pesar de su impresionante récord de 23-0, con un rendimiento impecable, Stevenson se ha convertido en una fuente de reflexión en el mundo del boxeo. Tras ocho años de carrera profesional, ha llegado a una conclusión reveladora: «Los aficionados casuales dominan el boxeo».
La evidencia de esto se manifiesta en su posición en la cartelera del sábado en el Estadio Louis Armstrong. El campeón ligero del CMB, Stevenson, se enfrentará al poseedor del cinturón «interino» de la organización, William Zepeda, un rival que los fanáticos han pedido durante mucho tiempo. Sin embargo, este combate es el co-evento principal, eclipsado por el enfrentamiento entre Edgar Berlanga y Hamzah Sheeraz.
Aunque Stevenson ha demostrado su valía en el ring desde 2017, la percepción de que no es lo suficientemente entretenido (violento y carismático) ha ido en aumento. Esto se debe, en parte, a su victoria por decisión unánime sobre Edwin De Los Santos. Stevenson, sin embargo, tiene una perspectiva diferente.
«Cuando veo esa pelea, veo grandeza», afirma Stevenson.
Shakur Stevenson
Durante el entrenamiento para esa pelea, Stevenson solo usó su mano derecha, atribuyéndolo a un trabajo en su jab. Resultó que tenía una lesión en su nudillo y en su hombro izquierdo. «Vi a un boxeador que entró al ring al 50% contra un muy buen boxeador y aún así cumplió», añade Stevenson.
A pesar de que la pelea no ganó nuevos seguidores, Stevenson presenta un argumento razonable. La responsabilidad de De Los Santos en el combate también es relevante. Si De Los Santos era un rival tan formidable, ¿por qué apenas pudo tocar a un boxeador con una sola mano?
La capacidad de Stevenson para hacer ver mal a sus oponentes es evidente. El boxeador Gervonta «Tank» Davis habla más de su retiro, mientras que Stevenson sigue soñando con un enfrentamiento entre ambos. Sin embargo, los combates contra Stevenson suelen ser difíciles.
Stevenson explica que, a pesar de sus movimientos en el ring, hubo oportunidades para que De Los Santos lo golpeara. El error de considerarlo un corredor es común, al igual que la idea de que el tamaño del ring es crucial en estos enfrentamientos.
Zepeda, por su parte, tiene una estrategia clara: «Un buen boxeador que presiona encontrará la manera de cortar el ring, y un buen boxeador encontrará la manera de moverse y escapar. No es ningún secreto que lanzo muchos golpes y ataco el cuerpo. No puedo cambiar eso… Pero soy yo quien tiene que marcar la diferencia. El IQ de Shakur es increíble, pero soy yo quien tiene que hacerle pensar. Es un boxeador increíble, pero soy yo quien tiene que llevarlo a aguas profundas. Tengo que acortar la distancia. Yo, William Zepeda».
Zepeda se ve a sí mismo como el protagonista de su propia historia, imaginando un combate épico al estilo Rocky. Entiende que debe aplicar una presión inteligente y no dejarse frustrar. Zepeda vislumbra la debilidad de Stevenson en la presión que tiene, buscando el momento en que deba enfrentarlo en el ring. El objetivo es claro: aprovechar la necesidad de Stevenson de responder a las críticas de los aficionados.