Cuando tu promotor, y posiblemente el hombre más poderoso en el boxeo, te da instrucciones gritando desde tu esquina durante una pelea, sabes que las cosas no van bien.
Hamzah Sheeraz, considerado la próxima gran estrella británica y una de las joyas de la corona de la promotora de boxeo, se enfrentó a Carlos Adames en febrero. Se esperaba que Sheeraz superara a Adames y ganara el título de peso mediano del CMB.
Sin embargo, a medida que avanzaba la pelea, quedó claro que Sheeraz estaba teniendo dificultades. Tanto es así, que Frank Warren y Turki Alalshikh le daban instrucciones a gritos cerca del final del combate.
Fui corriendo a la esquina y dije: ‘Escucha, si no ganas estos próximos tres rounds, lo has perdido’
Warren
La pelea terminó en un empate, sin cinturón ni momento culminante. Posteriormente, se reveló que Sheeraz sufrió una fractura en la mano y tuvo serias dificultades para dar el peso de 160 libras antes de la pelea. Independientemente de esto, se produjeron cambios significativos.
El primer paso fue un oportuno ascenso a la categoría de peso supermediano, donde se enfrentará a Edgar Berlanga en Nueva York esta semana. También cambió de equipo, trasladándose a Irlanda para entrenar con Andy Lee, posiblemente el mejor en la actualidad.
Ya sea que el empate con Adames haya sido una llamada de atención o simplemente una mala noche, Sheeraz regresa este fin de semana con la intención de hacer una declaración, demostrar que sigue siendo la próxima gran estrella británica y darse a conocer en Estados Unidos.
«No se podría pedir una mejor pelea para presentarse a los fanáticos estadounidenses, ¿sabes?», dijo Sheeraz antes del evento Ring III en el Louis Armstrong Stadium.
«No se podría pedir una mejor pelea y alguien que habla mucho y dice muchas tonterías. Eso también atrae mucha más atención a la pelea. Así que, todo lo que tengo que hacer es entrar allí, rendir y eso me facilita el trabajo».
Antes de la pelea con Adames, Sheeraz había superado todas las pruebas con creces y tenía una racha de 15 nocauts. Su talento es evidente.
La conexión con Lee tiene como objetivo llevarlo al siguiente nivel, así como un cambio de aires. El boxeador de 26 años afirma que el traslado a Dublín, muy diferente a su anterior base en Los Ángeles, ha sido «increíble».
Ha sido brillante, ha sido refrescante, refrescante porque estuve en Los Ángeles durante unos cuatro o cinco años y las cosas empezaron a ser muy repetitivas. Una vez que las cosas empiezan a ser repetitivas, puedes caer en malos hábitos y malos ritmos, y sí, el cambio de escenario y la propia Dublín, ha sido increíble.
Sheeraz
Normalmente, cuando vas con nuevos entrenadores, algunas cosas se sienten forzadas, ciertas conversaciones se sienten forzadas. Es un hombre muy, muy, muy seguro y confiado porque, sabes lo que ha hecho, ha estado ahí y lo ha hecho.
Sheeraz
El historial de Lee como entrenador, así como su éxito como boxeador campeón mundial, habla por sí solo. Ha revitalizado la carrera del peso pesado Joseph Parker y, más recientemente, se asoció con Ben Whittaker después de que su primera pelea contra Liam Cameron terminara en un controvertido empate.
Después de unas semanas trabajando con Lee, Whittaker ganó la revancha con un nocaut clínico en el segundo asalto.
Al igual que Whittaker, Sheeraz se encontró en un momento en el que necesitaba cambiar las cosas, y Berlanga será una excelente prueba en su regreso.
Descubres cosas sobre ti mismo que necesitas cambiar o necesitas calmarte o necesitas mejorar para ser un verdadero contendiente a nivel mundial. Así que, con suerte, cuando llegue [la pelea] haré la actuación de mi carrera y podré mirar atrás a esa pelea como una bendición disfrazada.
Sheeraz
Warren querrá una noche menos agitada para sí mismo, pero sabe lo grande que será el desafío en Nueva York.
Se ha metido de lleno. Es una pelea dura. Está con Berlanga, que se cree mucho. Es un tipo de luchador dominante, [Sheeraz] está en su patio trasero. Tiene que salir, ser el jefe y ponerlo en su lugar, y creo que puede hacerlo.
Warren
