Jaron «Boots» Ennis podría enfrentarse a Vergil Ortiz en el primer trimestre de 2026, si sale victorioso en su debut en el peso superwelter este sábado, según el promotor Eddie Hearn.
Ennis (34-0, 30 KOs), de 28 años, se enfrentará a Uisma Lima (14-1, 10 KOs) en su primera pelea en las 154 libras en el Xfinity Mobile Arena de Filadelfia, después de haber alcanzado la cima en el ranking de peso wélter.
Tras su victoria por nocaut técnico en el sexto asalto sobre Eimantas Stanionis en abril, Ennis busca ofrecer una gran actuación contra Lima, de Angola y con sede en Portugal, ante sus fanáticos locales para impulsarse hacia peleas de mayor envergadura.
Dado que el título interino de la AMB estará en juego, el ganador del sábado avanzará para disputar el título mundial superwelter de la AMB contra Abass Barou (17-1, 9 KOs), de Alemania.
Pero Hearn tiene como objetivo una pelea más grande para Boots contra Ortiz (23-0, 21 KOs), quien defenderá el título interino superwelter del CMB contra Erickson Lubin el 8 de noviembre.
Hearn comentó que la pelea que tiene más sentido y que ha sido negociada es contra Vergil Ortiz.
Hearn espera que Ennis rinda mejor en el peso superwelter y afirma que el boxeador de Filadelfia está dispuesto a enfrentarse a cualquiera de los campeones mundiales en 2026.
Ortiz, de Texas, y el campeón mundial superwelter del CMB, Sebastian Fundora (23-1-1, 15 KOs), de California, son el número 1 y el número 2 respectivamente en las 154 libras en las últimas clasificaciones.
Hearn cree que Ennis podría incluso competir en el peso supermediano.
Hearn también mencionó que lo más importante es obtener una oportunidad por un título mundial de 154 libras, y eso podría venir de Xander Zayas (OMB), Bakhram Murtazaliev (FIB), Sebastian Fundora (CMB), el campeón de la AMB Abass Baraou o el campeón interino del CMB, Vergil Ortiz.
Hearn cree que Ennis será un boxeador diferente en las 154 libras y que podría incluso competir en las 168 libras.
Hearn también cree que Ennis es el futuro número uno libra por libra en el boxeo y el sucesor natural de Terence Crawford.
Hearn concluyó que lo que se vio en las 147 libras fue un boxeador agotado, pero aún fenomenal.