El Camino hacia la Gran Pelea: Crawford, Canelo y el Legado del Boxeo
Carl Washington, entrenador de Terence «Bud» Crawford, lo dijo claro: «Yo fui quien lo llevó a pelear contra Canelo». Unas tres semanas antes de la esperada batalla, y posiblemente la última de su tipo, la emoción se palpaba en el ambiente. Crawford, según Washington, buscó esta pelea durante años, una oportunidad para demostrar su grandeza frente al rostro moderno del boxeo: Saúl «Canelo» Álvarez.
Washington, conocedor de Crawford desde sus inicios en el CW Boxing Club de Omaha, Nebraska, relata cómo el joven Bud soñaba con enfrentarse a Canelo. «Quería que tú y tus nietos pudieran retirarse», le dijo Washington a Crawford, augurando un futuro de éxito.
En el CW Boxing Club, mientras los jóvenes boxeadores se preparan para sus entrenamientos, Washington recuerda la determinación de Crawford desde sus primeros días. «Bud era un chico duro», afirma, relatando cómo la frustración y la ira lo llevaron a lágrimas en su primera pelea. «Le dije a todos que sería campeón mundial», recuerda Washington.
A pesar de que Crawford ahora entrena en su propio gimnasio, el CW Boxing Club sigue siendo el punto de partida, el lugar donde pocos fuera de Omaha conocían su nombre. Washington y su equipo esperaron pacientemente por una pelea como esta, superando las barreras políticas del boxeo que limitaban a Crawford. Con su talento único, capaz de cambiar de guardia en medio de los rounds, esta pelea contra Canelo representaba la oportunidad de demostrar su valía.
Washington muestra con orgullo una «pared histórica» dedicada a Crawford en el gimnasio. Allí, fotografías y recortes de periódicos ilustran la trayectoria del boxeador, desde sus inicios hasta su camino al éxito. Una foto de la infancia de Crawford, con guantes demasiado grandes y una mirada intensa, es un recordatorio del sueño hecho realidad. Esta foto, guardada en la Biblia familiar, es un testimonio de la fe de Washington en el futuro de Crawford.
Canelo Álvarez, por su parte, se prepara en el UFC GYM de Reno, Nevada, para la pelea más importante de su carrera. Con el aire acondicionado apagado a petición suya, Canelo se concentra en afinar su estrategia. Consciente de la magnitud del evento, el boxeador mexicano sabe que una lesión o una derrota podrían costar millones de dólares.
Canelo, convertido en una marca global, se prepara para un combate que se transmitirá a través de Netflix, llegando a millones de suscriptores en todo el mundo. Para Canelo, perder es inaceptable, y esta pelea representa un desafío crucial en su carrera.
En Reno, un marcador histórico recuerda la pelea entre Jack Johnson y Jim Jeffries en 1910, un evento marcado por la tensión racial. La pelea, celebrada en un contexto de desigualdad y discriminación, generó disturbios y violencia en todo el país. El legado de Johnson, el primer campeón de peso pesado negro, sigue siendo un símbolo de lucha y resistencia.
La evolución tecnológica y la transmisión de las grandes peleas han ido de la mano. Desde el cine hasta la radio y la televisión, cada avance tecnológico ha transformado la forma en que el público disfruta del boxeo. En 2018, la plataforma de streaming DAZN firmó un contrato millonario con Canelo, marcando un nuevo hito en la historia del deporte.
En la víspera de la pelea, Juanito Ornelas, quien esperaba competir en la cartelera, fue reemplazado. Ornelas, desilusionado, reflexiona sobre la crueldad del negocio del boxeo y la fugacidad de las oportunidades. A pesar de la decepción, Ornelas recuerda su sueño de honrar a su hermano, un boxeador profesional. La historia de Ornelas es un recordatorio de los sacrificios y las dificultades que enfrentan muchos boxeadores.
La anticipación crece mientras Canelo y Crawford se preparan para el enfrentamiento. Meses de promoción, entrenamientos y expectativas culminan en el momento de la verdad. El mundo del boxeo aguarda con expectación el sonido de la campana, que dará inicio a la batalla que definirá el legado de ambos boxeadores.
